Crítica de discos: Eagulls – Eagulls


Eagulls

Eagulls

Partisan Records LLC 2014

Eagulls

 

¿Regresa el punk?, ¿es que se sigue reivindicando a Joy Division?. Con menos frecuencia que hace diez años, pero aun de cuando en cuando, surge entre las urbes industriales de los Midlands, Yorkshire o el Merseyside alguna banda que se considera heredera de los sonidos angostos y enérgicos de los primeros ochenta. La nueva esperanza blanca (o negra, según se mire) viene de Leeds; Mark Goldsworthy, Henry Ruddel, Liam Matthews, Tom Kelly y George Mitchell cuentan que decidieron conformar una banda tras asistir al Primavera Sound de 2010 como público, y acaban de publicar este invierno su primer LP tras varios años en la carretera.

El debut homónimo de Eagulls en un ejercicio apabullante de guitarras tensas, embestidas rítmicas, un sonido del bajo entre reptante y industrial; en fin, de todo lo bueno que podría esperarse de unos aplicados discípulos del post-punk. El álbum no da tregua desde el primer single, el elogiado y abrasivo Nerve Endings, que es una excelente carta de presentación del sonido amenazador que nos vamos a encontrar, recordando a grupos como Bauhaus. Los bramidos destemplados de George Mitchell, cual Joe Strummer enfurecido, acompañan en todo momento la sensación cavernosa que emana de esta canción.

Hollow Visions es un tema menos oscuro, pero igual de contundente, en el que las guitarras y voz recuerdan a Pink Flag y Chairs Missing, los primeros discos de Wire, mientras que la atmosfera rítmica parece tomada de Shadowplay de Joy Division. Yellow Eyes es de los temas más bailables e inmediatos, su afilado ritmo le acerca a varios hits de The Chameleons, como Up Down The Escalator o Perfume Garden.

La rabia transmitida por la voz de George Mitchell en ocasiones deja entrever algún giro más melódico, como en Tough Luck, donde coge cierto punto a Robert Smith. De hecho junto a las herencias post-punk anteriormente comentadas, en este notable single se pueden observar ciertos guiños mas new-wave que recuerdan enormemente al Just Like Heaven de The Cure.

El álbum no pierde fuerza en ningún momento, haciendo honor también a otras bandas menos evidentes como Killing Joke o Sisters Of Mercy. Destaca especialmente la persistente y enérgica Possessed, que coge bastante inspiración del noise pop de My Bloody Valentine; aunque cualquier tema puede ser un buen chute de adrenalina, como Footsteps, de cortantes guitarras, o la espacial Opaque. El shoegazing va cogiendo cada más importancia hacia el final del disco, entremezclándose con el punk y la psicodelia en el salvaje final de Soulless Youth.

Imprescindible trallazo, con toda la crudeza, fuerza y espontaneidad que se espera de un debut punk, aunque con ciertos matices sonoros que evitan la sensación de estar ante un trabajo monolítico. Si eres aficionado a todos los sonidos que conformaron el rock alternativo durante los ochenta, no puedes perder de vista este disco.

Juan Pablo Reig

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