Hoy jueves en L\’Auditori de Barcelona se alzará el telón de la gira de presentación del último disco de tindersticks, «The Waiting Room», el décimo de su carrera. Tras su actuación en la Ciudad Condal -incluida en el Guitar BCN 2016- los de Nottingham pasarán el viernes por Gijón (Teatro Jovellanos, dentro del Gijón Sound Festival) y el sábado por San Sebastián (en el Anfiteatro de Marimón, formando parte del Music Box Festibala). El concierto previsto para el domingo en Pamplona ha tenido que ser cancelado por problemas logísticos que impiden su realización. Quienes hayan adquirido entradas anticipadas para esa fecha podrán obtener automáticamente (a partir de hoy) el reembolso de las mismas en los puntos de venta donde las compraron. Volviendo a “The Waiting Room”, decir que ha sido registrado por tres de los miembros originales del grupo, Stuart Staples, Neil Fraser y David Boulter, junto al bajista Dan McKinna y el batería Earl Harvin. Han contado con la colaboración de Jehnny Beth (de Savages) y Julian Siegel (y sus arreglos en la sección de metal), a las que hay que sumar un momento conmovedor, como es el dueto entre Staples y la fallecida Lhasa De Sela. Cada tema del álbum viene acompañado por un cortometraje, un proyecto ambicioso en el que diferentes cineastas (Christoph Girardet, Pierre Vinour, Claire Denis, Rosie Pedlow y Joe King, Gregorio Graziosi, Richard Dumas y Gabriel Sanna) han desarrollado una interpretación visual de uno de los temas del disco.
La banda de Nottingham, todo un clásico contemporáneo, algo así como el equivalente a Scott Walker para la generación indie, empezó su andadura en 1991, dos años antes de debutar discográficamente con «Tindersticks I», álbum que ya mostraba muchos de los rasgos distintivos que han marcaron su trayectoria. Con arreglos de y para sibaritas y la voz de barítono de Stuart Staples, sus canciones se lanzaban por las sendas de Gainsbourg y Hazlewood. Del excelso pop de cámara de sus primeros tres álbumes pasaron a arrimarse al soul con «Simple Pleasure» (1999) y «Can Our Love…» (2001), demostrando a los escépticos que también sabían mantener el listón alto cuando aligeraban el equipaje y que su libro de estilo no era tan estático como les achacaban. Aunque en 2005, cuando Staples inició su carrera en solitario, hubo rumores de ruptura, se quedaron en eso, despejados por su séptimo trabajo, «The Hungry Saw» (2008). En 2012, con «The Something Rain», su noveno álbum (siete bandas sonoras para cine, fondos sonoros para museos e instalaciones de arte y discos en directo al margen), reivindicaron de nuevo su elegancia inmarcesible, esa que este enero han vuelto a poner sobre la mesa.
Os recordamos también que en este tour que inician el jueves tindersticks tendrán como telonero a Thomas Belhom, quien ya abrió para ellos en la gira que la banda dio por estos pagos en marzo de 2012. La relación de Belhom con tindersticks se inició en 2007, durante la grabación en Francia del álbum de los británicos «The Hungry Saw», en la que se encargó de la batería. Pero en su currículo no solo encontramos a los británicos, sino también a Calexico y David Grubbs, además del Amor Belhom Duo que cofundó en 1997 en su Arizona de acogida (Belhom suele vivir allí, pero nació en París). Ha publicado ya cinco álbumes en solitario -«Remedios» (2004), «No Border» (2006), «Cheval Oblique» (2007), «Rocéphine» (2011) y «Maritima» (2014)-, en los que flota un aire de minimalismo lo-fi a lo Gastr del Sol mezclado con el aroma del desierto.