Crónica de conciertos: FIB, jueves 13 de julio de 2017. Benicàssim.

La 23ª edición del FIB parece haber vuelto a situar a la cita castellonense en el candelero en cuanto a materia de festivales se refiere. A pesar de que la burbuja de los festivales parece que va a llegar a un punto de eclosión, ya que este año se ha cobrado por ejemplo al SOS de Murcia, el Festival Internacional de Benicàssim parece haber superado las ediciones de zozobra y recuperado el timón. La mano de Melvin Benn ha sido decisiva y ha dotado de estabilidad al certamen. La edición de 2017 pasará a la historia por haber superado el record de asistencia en el festival, cuando en la jornada del sábado casi 53.000 personas se congregaron en el recinto de conciertos y colgaron el cartel de «no hay billetes». En total 177.000 personas han pasado por el FIB 2017, que ya tiene fecha para su edición de 2018. La próxima edición se celebrará el tercer fin de semana de julio, del 19 al 22, y las entradas saldrán a la venta en las próximas fechas.

En materia de conciertos, debutamos el jueves. Debido al aumento de la seguridad, donde en esta edición las medidas para salvaguardar el buen funcionamiento del certamen se han extremado al máximo, no pudimos entrar al recinto hasta las 21 horas, dejándonos sin poder ver a exponentes valencianos como Gener o Gatomidi. Aún así llegamos a la cita con Ride, los británicos, comandados por Mark Gardener y Andy Bell dejaron patente su buen estado de forma tras volver a los escenarios recientemente, canciones nuevas como Charm Assault enlazan a la perfección con temas tan brillantes como Vapour Trail, que dejaron el escenario Las Palmas en trance.

Andy Bell. Ride. Foto: Xavi Hernández

Kaleo en el escenario Visa congregó una buena multitud que disfrutó de su enérgico directo, y de ahí enlazamos con unos Tórtel, que no dejan de brillar sobre los escenarios. Su brillante último disco «Transparente» (I*M Records/ Intromúsica, 2016) sigue sumando acólitos a su obra y milagros, y temas como La Casa de Hojas nos dejaron más prendados si cabe. Mientras Ibibio Sound Machine, proyecto liderado por la nigeriana-londinense Eno Williams, arrojaron una interesante mezcla de música africana y elementos electrónicos que nos llamó poderosamente la atención. De vuelta al Visa, Liam Fray cantante de los británicos The Courteeners, dejaba patente que el rock hooligan británico seguía más vivo que nunca gracias a su propuesta, que se diluyó vocalmente a la vez que los coros aumentaban por parte del público, nos deben una y grande. En el escenario Las Palmas venía el plato fuerte de la noche, The Weeknd iba a salir a escena y las huestes presentes enloquecieron cuando el joven Abel Makkonen Tesfaye, salía a escena. Con una sobria puesta en escena, el músico canadiense supo ponerse al público en el bolsillo con un hercúleo inicio con temas como Starboy, Party Monster o Reminder, toda una declaración de intenciones.

The Weeknd. Foto: Xavi Hernández

Seguimos la noche con Viva Suecia, el grupo murciano que parece estar en boca de todos últimamente, congregó una importante cantidad de público en el escenario FIB Club que cantaron entregados sus canciones. De vuelta al Visa encontramos a los míticos Jesus and Mary Chain que venían con nuevo material, el oscuro “Damage and Joy” (ADA ,WARNER 2017) y dejaron sin duda uno de los conciertos de la jornada, y es que el post-punk de los hermanos Reid es algo eterno.

Jim Reid, The Jesus and Mary Chain. Foto: Xavi Hernández

Seguimos con el nivel de batería bajo en Bonobo, pero Simon Green, el nombre que se esconde tras los platos, nos regaló una sesión vigorosa que nos dejó aun algo de fuerzas para acabar luego en el escenario J&B South Beach Dance y cerrar la jornada con Kölsch, con las primeras luces del viernes.

Texto y fotos: Xavi Hernández