El tercer álbum de los valencianos Doctor Lobo, “La Zona Neutral”, se presentó el pasado sábado en la sala Amstel Art situada en el edificio Veles e Vents en el puerto de Valencia. La primera toma de contacto con los nuevos temas fue positiva, y recibida con entusiasmo por el público que asistió a la actuación ofreciendo una buena entrada. Se trata de un paso adelante en la carrera de Doctor Lobo, un revulsivo que esperamos les ofrezca muchas alegrías pues somos conscientes del trabajo que han llevado a cabo en la consecución de este disco. Su sonido no ha variado ostensiblemente, pero sí la manera de enfocar las canciones, con más melodías que enganchan, como pudimos comprobar en directo.
Precedidos por una introducción de sonidos en clave industrial apareció el cuarteto sobre el escenario, abriendo fuego con “Antibalas” mostrando esa intensidad melódica con la voz de Pablo Naharro, secundado por los múltiples pedales de la guitarra de José Luis Sanz. Algun acople de sonido se escuchó en los primeros temas, pero fue solucionado de inmediato. Entre las canciones del nuevo disco intercalaron otras anteriores de su repertorio, como “Invierno”, “Lobo” y “Laura”, su pequeño homenaje a “Twin Peaks”, y en las que notamos una mayor contundencia, quizá adaptadas a las nuevas composiciones. Otro de los temas destacados, “Hablar con el diablo”, y su introducción de guitarra etérea puso el listón alto que alcanzó el climax en el final de la misma, con el efecto trémulo de la guitarra. Las canciones se vieron respaldadas por proyecciones en una pantalla situada tras la banda, con imágenes antiguas en blanco y negro.
El resto del álbum fue interpretado en su integridad, con alguna mirada al pasado como en “Tormenta”, continuando con la emoción de “Código vital” o el pop oscuro de “Magia negra”, donde la sección rítmica con José Javier Moya al bajo y Pedro Giménez a la batería dotaron a los temas de toda su potencia. Ya en los últimos compases escuchamos la que a nuestro parecer es la mejor canción del álbum, “Nuevo orden”, de ecos post-punk y un tramo final vibrante donde Sanz utilizó el e-bow ofreciendo una sonoridad excepcional a su guitarra. Doctor Lobo se despidieron con un bis solicitado por el público, con la intensidad de “Desde lejos” en un crescendo electrizante, finalizando la actuación y dejando buenas sensaciones.
Texto y fotos: Carlos Ciurana