Actualmente en la ciudad de Valencia hemos pasado de una escena efervescente en los últimos años con multitud de bandas locales de rock indie alternativas y emergentes con posibilidades de actuación en diversos espacios y eventos a una situación de crisis global para este tipo de proyectos.
Cada vez se ve más reducidas las oportunidades para los grupos de música locales desde el punto de vista que ciertas promotoras y agencias locales empiezan a colaborar con sellos y discográficas nacionales de forma que se empieza a limitar la presencia de estas bandas locales acompañando a las bandas nacionales de turno.
Todo esto acompañado de la cada vez más escasa promoción hacia esta escena local por parte de los espacios, promotoras y agencias está permitiendo que muchos de estos músicos de estas bandas locales con talento y años de experiencia a sus espaldas empiecen a apostar por otro tipo de proyectos más rentables pero menos ortodoxos y con una moralidad e incluso legalidad cuestionable como empiezan a ser los grupos de versiones o covers e incluso tributos.
La falta de espacios, clubes, salas o eventos dónde se fomente la escena local abre paso a que los promotores con ganas de rentabilizar sus apuestas estén invirtiendo más en llenar salas con grupos que realizan covers mainstream de otros grupos con el simple objetivo de llenar sus salas para que el publico cante canciones conocidas actuales o de hace una década frente a potenciar nuevas apuestas con talento.
Ya no es extraño ver como hay músicos que empiezan a lucrarse en un negocio basado en tocar canciones de otros grupos bastante conocidos y con un repertorio completo de canciones que no son suyas ni tienen los derechos y sobre todo la oportunidad que ofrecen los promotores a este tipo de grupos basados simplemente en obtener rentabilidad económica por encima del romanticismo de la creación y la originalidad.
Muchos grupos tienden a desintegrarse buscando rentabilizar sus actuaciones y ganar un dinero que con sus proyectos de canciones originales no lo han conseguido, esto es un evidente signo de crisis de originalidad cultural.
Vemos como los tardeos mainstream se empiezan a imponer sobre los ciclos de conciertos locales. Quizá estamos ante el primer paso de la muerte de la música en directo en Valencia…la pregunta que nos hacemos es ¿pasaría lo mismo en ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao? Creemos que no. El apoyo del promotor local hacia la escena local es más potente que en Valencia. Ciertas empresas, ofrecen a sus grupos de versiones a todos los agentes y promotores de la ciudad minando así las posibilidades de las bandas originales, pero… ¿hasta que punto es legal el repertorio que interpretan estas bandas en estos espacios? ¿Tienen acuerdos de los derechos de autor de las canciones que interpretan en eventos públicos? ¿Por qué se favorece este tipo de actuaciones de una legalidad cuestionable sobre la escena local? Estas son preguntas que el tiempo responderá más pronto que tarde.
Eliot Alderson