Canela Party, ese gran pitote, volverá del 20 al 23 de agosto a hacer temblar (de alegría, claro) la ciudad costera de Torremolinos. Y viendo las nuevas confirmaciones que nos llegan hoy a su ya tremebundo cartel, el terremoto promete alcanzar 9.5 en la escala de Richter.
Los estadounidenses Blonde Redhead son los primeros en sumarse a esta nueva avanzandilla de nombres estelares. Herederos por igual del sonido dreampop de bandas como My Bloody Valentine que del ruidismo bien encauzado de Sonic Youth, el trío formado en Nueva York se ha convertido en uno de los referentes indiscutibles de la escena nu gaze.
Otro que bebe de inspiración clásica es el también estadounidense MJ Lenderman & The Wind, aunque sus canciones, tan mayúsculas como adictivas, beben de otros nombres como Warren Zevon, Jason Molina o el mismísimo Neil Young. Su último y celebrado trabajo hasta el momento, «Manning Fireworks», así lo atestigua.
Seguimos con sonidos norteamericanos con DIIV: Zachary Cole Smith, anteriormente en Soft Black y Beach Fossils, y los suyos arrastran ya a sus espaldas tres lustros de una trayectoria tan aplaudida como tumultuosa. Y que ha alcanzado el cenit con su último larga duración, ese «Frog in Boling Water» que les ha costado cuatro años de esfuerzo y que casi acaba con la banda por el camino, pero que se erige como uno de los discos más necesarios en los tiempos que corren.
No tan veteranas pero sí también necesarias son Lambrini Girls, la revelación que no solo ha revolucionado la escena de su Inglaterra natal, sino que ha despertado los elogios del mismísimo Iggy Pop, que no ha dudado en tildarlas como «su nueva banda favorita». Su punk activista y comprometido también les ha convertido en adalid de toda una generación inclusiva y políticamente posicionada.
Características que comparten con nuestros queridos Biznaga. Su último LP «¡Ahora» no solo ha aupado a la banda malagueña-madrileña al podio que merece en nuestra escena independiente, sino que también supone el culmen de una carrera y un cancionero siempre comprometido con la realidad que nos rodea. El punk, familia, está en buenas manos.
Como el pop, si confiamos su futuro en artistas como Casero. La madrileña, curtida primero tras años al frente de Mow, ha emprendido en solitario una nueva aventura que cuenta con muescas tan sobresalientes en su culata como su último LP «estoy exagerando???» y un arsenal de melodías y estribillos de lo más explosivo.
A explosivos no les gana nadie: hablamos de el diablo de shanghai, la penúltima esperanza del indie rock patrio, que tras la grata sorpresa que supuso «113 pasos adelante en el Ensanche» la pasada temporada nos han regalado esta dos sencillos tan contundentes como «Términos y condiciones» y «Joven ciudad».
Y si hablamos de contundencia, ahí está la última confirmación de este flamante avance, Somos la Herencia, que con su último larga duración, «Joven predicador», siguen comulgando con los sonidos más perturbadores y agregando nuevos fieles a su religión de oscuridad, post-punk y darkwave.
Recordemos que estos ocho nuevos artistas se suman a un ya más que abultado cartel para la 17ª de Canela Party. Desde el lado internacional, ya contábamos con nombres del calibre de Amenra, bar italia, Fat Dog, Joyce Manor, Les Savy Fav, Maruja, The Get Up Kids (celebrando, recordemos, los veinticinco años de un disco tan aplaudido como «Something To Write Home About») y Tropical Fuck Storm; y desde la cantera nacional, artistas como Aiko el Grupo, Axolotes Mexicanos, Bum Motion Club, Depresión Sonora, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, Grande Amore, Maple, Mourn, Parquesvr y Tatxers. ¡Ahí es nada!
Sumemos también a tan magnífica programación, y todavía a la espera de próximas confirmaciones, otros encantos de un festival único en su especie, como esa multitudinaria Fiesta de Disfraces que se ha convertido en su mayor seña de identidad. Pero también otros infinitos reclamos de Torremolinos: desde playas como las de Los Álamos, El Bajondillo o La Carihuela a espacios verdes como el Jardín Botánico Molino de Inca o el Parque de La Batería, pasando por destinos tan singulares como el Museo del Tatuaje o el Museo del Cine. Añadamos a estos enclaves una gastronomía propia del Sur, con especial atención a los chiringuitos y sus espetos de sardinas, mariscos y pescaíto frito, y no encontraremos mejor entorno para un festival como Canela Party, tan dado a cuidar de su público.