Una vez más, ayer nos dejamos envolver en el Centro Excursionista por las inquietantes y oscuras atmósferas electrónicas de El Futuro Peatón, que nos hablaron de odio, asesinos y miedo en medio de ritmos bailables y el torbellino escénico desatado por Irene y su magnética voz.
Los peatones vinieron en formato de trío con Irene Villar, El Autodidacta y JuanGre, y la ausencia de Alfredo Sorlí debido a una lesión, pero cuyo espíritu se mantuvo presente (desde aquí le deseamos una pronta recuperación).
El show empezó con Irene, acompañada de una bruma ruidística, versioneando una bulería de Lole y Manuel (también interpretada por Triana en su álbum debut El Patio): «Todo es de color», cuya letra sigue más que vigente en estos tiempos de belicismos. Tras este inicio absolutamente mágico, Irene se desprendió de la camisa larga que lucía dando paso a un vestido de lentejuelas, y con ello al repertorio propiamente peatonal más bailable, que deambuló principalmente entre los dos últimos discos de la banda, «Asesinos Rurales» y «Mr Shadow», rescatando alguna pieza pretérita como «Scorn» y con la sorpresa de desvelarnos tres temas nuevos.
Tres temas para el bis marcaron el final de un concierto que supo atrapar a los allí presentes y que acabó con Irene lanzando ojos de gominola sobre el público.
Texto y fotos: Patricia Alambiaga
