En este mundo, cada vez más cercano a las películas postapocalípticas que a las comedias románticas, nos atrapa el sensacionalismo, el clickbait y el jugárnoslo todo al blanco o al negro.
Lo real, la compasión, la piel y los matices son el Nuevo Orden Mundial de Valancea.
En cuanto al sonido, N.O.M. nos lleva a un terreno más urbano, al de los sonidos digitales y procesados, con el autotune como nuevo ingrediente; para luego dar paso a las voces limpias y sin filtros a las que Iciar y Quique nos tienen acostumbrados.
Iciar y Quique (Tú Ves Ovnis) podían haber emulado a Ana Belén y Víctor Manuel o a Enrique y Ana, pero en Valencia las cosas empiezan con “V” y se mueven al compás de ritmos sintéticos.
Valancea, como unos Amistades Peligrosas del siglo XXI, divagan acerca de los sinsabores de la vida moderna y las relaciones de pareja al ritmo de synth pop. Con influencias que van de Yung Beef a Bunbury, pasando por The Sisters of Mercy, Beach House o Pimpinela, nos presentan un proyecto en el que los sonidos urbanos no están reñidos con los propios del indie patrio, y su primer LP (Valancea, 2023), con temas como «Domingo», «Éxtasis» o «Tiempo», es una buena muestra de ello.