Un verano más, y ya son 14, el Low Festival clausura el mes de julio festivalero por todo lo alto. En torno a los 70.000 asistentes disfrutaron y disfrutamos de una edición que, en opinión de estas humildes servidoras y salvo ligeras excepciones se despide con un sobresaliente.
Y es que algo lejos queda ya aquel Low (Cost) que iniciara su andadura allá por 2010, una edición que contó entre otros con Lori Meyers o Placebo, celebrándose viernes y sábado. El próximo año si nadie lo impide el Low celebrará su decimoquinto aniversario y volverá a repetir la fórmula del éxito: grupos de renombre internacional y los favoritos nacionales del público lower, sin olvidar esas pequeñas joyas del escenario Radio 3 que sin duda alguna marcan la diferencia respecto a otros festivales masivos.
Así pues, nuestra jornada comenzó el viernes con nuestros queridísimos Amaral. Beatificación para Eva. Un altar. Un pisito en Torrevieja. Es que no se cansa de ser la mejor. Por supuestísimo no faltaron todos los hits coreados al unísono por todos los lowers madrugadores. La tarde empezaba fuerte en el escenario Vibra Mahou: Sin ti no soy nada, Moriría por vos y su homenaje a Nicholas Cage (¿Hubiese imaginado Eva Amaral allá por 2012 en el icono pop que acabaría convirtiéndose el protagonista de Longlegs?) o Resurrección. El sonido, perfecto. Perfectísimo. Qué importante en estos tiempos en los que nos encontramos con festivales más preocupados por la publicidad que por la calidad de las infraestructuras.
Seguimos la fiesta nacional para reencontrarnos con Sidonie. Mark, Axel y Jes. Mark, Axel y Jes. Mark, Axel y Jes. Por si a alguien se le había olvidado, las pantallas del escenario Mini deslumbraban con los nombres de los 3 integrantes de la banda ante los miles de seguidores congregados para ver a una de las bandas de nuestras vidas.
El plato fuerte de la noche sería Pixies. La banda de Boston repetía en el festival después de la edición de 2017. Fue mi quinta vez con ellos en los últimos 18 años y sin duda la mejor. Es cierto que Black Francis sigue compitiendo con Ariadna Punsetes para ver quién gesticula menos sobre el escenario, pero su voz sigue siendo un chorreo y el público se lo pasó pipa coreando los múltiples éxitos de una banda que lleva años en la carretera sin tomarse un descanso. Gouge Away fue seguida de Wave of Mutilation, la cual curiosamente fue tocada dos veces, una segunda vez más instrumental en la recta final del concierto. Here Comes Your Man nos sacó unos saltos de júbilo y Hey lágrimas de alegría de uno de los grupos de nuestras vidas más allá de Where is my mind? (que, por supuesto, también tocaron).
Una de las sorpresas del festival fueron los británicos Big Special. Si tuviésemos que definirlos diríamos que son una mezcla entre Royal Blood, IDLES y Sleaford Mods. Kind of. Una pena que fuésemos pocos los presentes en el escenario Radio 3, pero teniendo a La La Love You contraprogramados en el Mini lo tenían bastante complicado. En mayo publicaron su álbum debut, POSTINDUSTRIAL HOMETOWN BLUES y con toda probabilidad despegarán como uno de los mejores grupos noveles del año. Avisados estáis.
La jornada del sábado prometía emociones fuertes. Entre emocionadas y preocupadas por si a Brett Anderson le daba un jamacuco de calor a las 20.55 de la tarde, nos dirigimos rápidas y veloces al Vibra Mahou para intentar coger un buen puesto. La magia de la música hizo que hubiesen pasado justamente 12 años desde el último 27 de julio de 2012 que viéramos a Suede, exactamente en el mismo festival, el mismo escenario y en la misma compañía. Y la magia brilló. Con un show apabullante y un repertorio de hit tras hit (She, Trash, Animal Nitrate, So Young, Beautiful Ones, …) las miles de voces allí congregadas disfrutamos y bailamos como nunca. Aunque demasiado corto, uno de los conciertos de nuestras vidas sin lugar a dudas. Ni confirmamos ni desmentimos que se derramara alguna lagrimita de alegría durante Saturday Night. Te queremos, Brett.
Nuestro paso por Putochinomaricón DJ set fue breve pero muy intenso. Y es que nuestro querido Chenta nos deleitó con remezclas de calidad. Por supuesto no pudo faltar Brat en su repertorio. Este verano, o eres Brat o no lo eres. Y si no lo eres, algo estarás haciendo mal.
Qué podemos decir de Los Planetas o Mikel Izal. Si algo se caracteriza el Low es por traer lo más selecto del panorama nacional y sus fervientes fans así lo atestiguan.
Pero con permiso de Mr. Anderson, nuestro cabeza de cartel de la noche eran Will Butler + Sister Squares. Will Butler, ex miembro fundador de Arcade Fire, dejó la banda liderada por su hermano hace algunos años para desolación de servidora, fan incondicional de la banda de Montreal. Sin embargo y atendiendo al reciente escándalo que involucra al mayor de los Butler podemos atestiguar que Will tomó la decisión correcta. Y es que Will + Sister Squares han sacado uno de los mejores discos de 2023. Para mi grata sorpresa esta vez el escenario Radio 3 sí se llenó hasta la bandera. Con temazos como Stop Talking, Willows o Long Grass, que beben de influencias como el mismísimo Bowie o Talking Heads, la banda puso patas arriba el escenario con su energía apabullante. Pero qué majos son, qué grandes músicos. No faltaron nuevos amigos festivaleros que se acercaran a nosotras a confirmarnos la grandiosidad del show ofrecido gracias a nuestra recomendación. De nada.
Desafortunadamente, la contrapartida a todo esto fue Kavinsky. Teníamos muchas expectativas puestas en su show, pero ni él ni sus visuales estuvieron a la altura. Pero es que cómo iban a estarlo. Por ese escenario han pasado leyendas de la electrónica como The Chemical Brothers hace unos años con unos visuales que ni siquiera hoy en día tienen competencia. Las comparaciones son odiosas. Aun así nos echamos unos buenos bailes. Nightcall, siempre serás famosa.
¡Por muchos, muchísimos más años de Benidorm y de un Low bailongo y buenrollista!
Texto: Rebeca Hernández / Fotos: Julia Braña