Crónica de conciertos: Lagartija Nick. Sala Shoko, Madrid. 26-10-2024


La buena música nunca muere y de eso dan buena fe los Lagartija Nick. No sorprende a nadie si digo que es uno de los grupos más míticos en castellano (no solo del rock o del indie) y un concierto obligatorio para aprender de música. En una noche de las que apetece estar en una sala en Madrid, ya empieza al frio y hay que buscar buena música para que suba la temperatura. Esto se nota en una sala grande abarrotada de gente con grandes expectativas (spoiler, se vieron cumplidas). Celebrando su 35º cumpleaños la banda se presentó en el escenario mostrándonos las distintas etapas de su dilatada carrera.

El primer bloque con su inconfundible tocar de guitarra de los 90, deleitándonos con temas de sus primeros discos, desde Hipnosis hasta Su, fue sin duda la mejor introducción que nos podrían dar; se puede ser más o menos fan de este periodo, pero sin duda es de obligada escucha, por su frescura (si, aún conserva ese toque fresco y diferente) y por la influencia que ha tenido posteriormente en muchas bandas españolas. Siguiendo por un contundente rock ya más trabajado, con temas como “20 versiones” o “El signo de los tiempos”, sin duda de esta etapa ya han bebido muchos de los grupos que hoy en día se consideran hasta míticos del panorama indie español. Momento místico fue la invocación al gran Enrique Morente para tocar dos temas de uno de los discos imprescindibles en castellano, puedo caer en la reiteración, pero puede ser de los 10 mejores discos en esta lengua, OMEGA.

Hubo tiempo también para las reivindicaciones, Lagartija Nick no es solo buena por hacer buena música, lo es también y mucho por trasladar grandes mensajes en sus letras, así pues, en estos tiempos convulsos que estamos viviendo, no podían faltar “Buenos días Hiroshima” o “la Leyenda de los hermanos Quero”; todo esto junto a llamamientos a la paz. Me encantan estas bandas que no temen mojarse, no buscan público masivo con mensajes blancos e insustanciales.

Lo mejor del concierto en sala es que la banda se gusta e intenta gustar, por lo que un bis siempre es obligatorio. Y aquí, los granadinos se explayaron, no con uno, si no con dos, el primero con la alineación principal y el segundo cambiando a Eric en la batería por David Fernández, dando más caña si se podía, sacando su repertorio mas heavy con “Meca-mística” y “Celeste” dando así el punto y final a dos horas de
concierto de pura catarsis musical.

Por último, no puedo dejar de recomendar cualquier concierto de esta banda, cuando se nota que te gusta la música y solo la música, solo queda disfrutar de noches como esta.

Texto y fotos: Eduardo del Olmo

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