Massive Attack Foto: Facebook Low Festival
Siempre es positivo ver el asentamiento de un festival. El Low Festival, tengo la posibilidad de haberlo visto crecer, cuando en 2009, y aún llamándose Low Cost Festival, debutada con una primera edición en Alicante con un gran cartel, pero negativamente organizado. Pero se repusieron, y al año siguiente se trasladaron a Benidorm, cambiaron a un recinto mayor, ampliaron a dos jornadas y volvieron a traer un gran cartel, pero la organización volvió a fallar. aquello hizo que recelara del festival, hasta decidirme a volver a su 5ª edición, todavía en Benidorm, pero en otro recinto (Ciudad Deportiva Guillermo Amor) y en 3 jornadas. La verdad es que me sorprendió gratamente, ver como han aprendido de errores del pasado, y aunque todavía hay cosas que mejorar, poco a poco se han asentado en un panorama musical cada vez más abarrotado, pero tienen bases y raíces para crecer más y mejor.
Musicalmente hablando, que es lo importante, debuté en el nuevo recinto con Modelo de Respuesta Polar, los valencianos tocaban en un escenario pequeño que se solapaba en sonido con otros adyacentes, cosa que mosqueaba al personal y a la banda, pero las tablas son las tablas, y estos chavales ya están curtidos, y los sonidos de su segundo disco «El Cariño» supieron anteponerse a los contratiempos y sonaron brillantes. Seguí con Triangulo de Amor Bizarro, mi segunda visita en una semana tras verlo hace 7 días en el FIB, y siguieron demostrando que están de dulce y son con diferencia, una de las bandas más en forma del panorama patrio. Ya en el escenario principal, The Hives demostraron músculo y derroche de energía, pero se fueron diluyendo como un azucarillo por las continuas chácharas de su cantante y frontman que tiene el ego en la luna, una pena porque tienen temas muy potentes, pero no acabaron de conectar con el público en general. Proseguí con Blood Red Shoes que a base de un rock clásico basado en potentes riffs de guitarra dejaron joyas como “Red river” o “The perfect mess”. Vetusta Morla tomaban el escenario principal con el público entregado desde la primera nota, tocando en exceso temas de «La Deriva» su tercer disco de estudio del cual abusaron y alternaron momentos de silencio con otros de locura general al repescar temas de su primer disco como «Valiente». Luego Sidonie siguen a lo suyo, pop psicodelico, aunque con cada vez trazos más electrónicos, su disco «Sierra y Canadá» deja una serie de temas bailables y ya mascados, pero que funcionan y conectan muy bien con el público, como demostró el respetable al bailar y corear cada uno de los temas. Acabamos la noche con unos We Are Standard que se pusieron el traj de Primal Scream y dejaron trazos de su pop electrificado y con influencias mancunianas.
El sábado lo tomamos directos a Massive Attack, que venían como principal reclamo del festival, y pidiendo la banda que solo sonara su escenario durante la actuación (lo que hizo cortar abruptamente el resto de bolos en marcha durante el recinto), desplegaron un juego de luz, sonido y visuales de otra galaxia, con mensajes reivindicativos al conflicto de Gaza e Israel, supieron imprimir un carácter hipnótico a sus ya clásicos temas “Teardrop”, “Risingson” o“Future Proof”, dejándolos como claros ganadores del festival. Seguimos con Second, que dejaron patentes que saben conectar con el público, y aunque cada vez parezcan menos originales, siguen en buena senda. Luego me reencontré con Editors, una de las bandas que más me marcaron hace 10 años cuando salieron, han envejecido mal, y aunque el chorro de voz de Tom Smith sigue intacto, su sonido dista años luz de aquel que maraviló con sus dos primeros discos, y buscando en ocasiones sin ningún descaro ni disimulo dejes de Dave Gahan y sus Depeche Mode, despacharon un concierto donde el buen sonido no fue la tónica general, una pena. El Columpio Asesino sigue la tónica de lo dicho unas lineas antes sobre Triangulo de Amor Bizarro, son de largo, de las mejores bandas nacionales, y aunque el horario era impestestivo (3:30 de la mañana), reunieron a miles de fieles que disfrutaron con los cortes de su último trabajo «Ballenas Muertas en San Sebastián» y rozó la locura con «Toro», la canción que los ha catapultado al éxito. ElyElla se encargaron de cerrar una jornada con una sesión que puso patas arriba al escenario Matusalén y con el cielo abriéndose al amanecer, dejaron uno de los momentos mágicos del festival.
Por motivos laborales no pudimos quedarnos a la jornada del domingo, pero los amigos de El Enano Rabioso nos han cedido amablemente sus impresiones de mano de su redactor Antonio Brotons. Gracias!
«La última jornada del Low comenzaba con la sensación de muchos menos lowers que los días anteriores. Una confusión de horarios nos hizo quedarnos en el Sounds From Valencia con Lady´s Garden, pop con toques de soul, y esperar a Oso leone. Y la espera mereció la pena. Qué grupazo y son de aquí. Voz profunda entre una atmósfera instrumental muy trabajada. Qué sensibilidad. Me recordaban a Grizzly Bear. De lo mejor del festival. Después aKaiser Chiefs, en la misma línea que todos sus conciertos; se echaban de menos los litros de cerveza por el aire ¿por qué hay guiris en Benidorm y no los hay en el low? Algo que me costará entender con los grupos ingleses que habían… y tras los kaiser, La Habitación Roja. Los valencianos. que siguen en forma, presentaban nuevo disco. Tras Love of Lesbian, el público se fue a casa pero nos quedamos porque había dos bolos con muchas ganas de ver aPalma Violets y The Royal Concept. Los primeros ofrecieron un set de rock muy apetecible, los segundos con sonido entre Strokes y Phoenix prometen éxito mainstream. Mientras tanto a disfrutarlos en familia, bailables y rompepistas. Terminaron con su temazo “On our way” que rememoraban la sesión del Elyella del día anterior. Confeti incluido.»
crónica completa de El Enano Rabioso
Xavi Hernández
