Crónica Arcade Fire, Palacio de los Deportes de Madrid, 20-11-2010 2

Arcade Fire

Aforo: 16,000 personas

Continuaba para bingo en mi periplo por la capital y asistía para ver a uno de los conciertos más esperados del año.

El grupo que actualmente está en boca de todos y parecía que había que ir si o si. Lo que esta gente ha conseguido en solo 3 discos ha sido difícil de superar, otros lo habían hecho ya, no han descubierto la rueda ni son los nuevos U2, pero ellos han llegado, y pienso que es para quedarse.

No era la primera vez que un servidor disfrutaba (porque disfruté y mucho) de los canadienses, pero esta vez en un marco incomparable y en un Palacio de los Deportes lleno hasta la bandera. Rios de gente por fuera bebían y bebían, rodeaba de un halo de emotividad el concierto. Parecía que algo grande iba a pasar y todos lo sabían y esperaban, y así fue.

Abrían la velada los inclasificables Fucke Up. Hardcore Punk, rock cañero, como lo querais llamar, pero estos chicos de Toronto se quedaron con todo el respetable que llenaba el recinto, para bien o para mal. Mucho derroche de energía y potencia inusitada todo ello capitaneado por su orondo cantante, que lejos de amilanarse por sus anchas lorzas se descamisó enseñando su torso al populacho que ojiplático asistía con asombro al espectáculo.

Llegada la hora de Arcade Fire la gente empezó a impacientarse pero al verlos aparecer, a la vez que se apagaban las luces, produjeron un estruendo increíble.

Empezaron fuertes y directos, con un tema de su nuevo disco «Ready To Start», lo que ya era una auténtica declaración de intenciones, pues estaban listos a derrochar un torbellino de actuación que sacudió hasta el última alma del enfervorizado recinto.

Le siguieron «Month of May», «Neighborhood#2 (Laika) y «No Cars Go», dejando patente de que con este arrollador comienzo se querían comer el escenario.

Hubo fallos de sonido puntuales, achacados a que, primero el recinto era enorme, y había que canalizar la multitud de instrumentos que presentaban. 2 baterías, teclados, guitarras, bajos, violines, bombos, acordeón y demás instrumentos que se iban intercambiando cada uno de los hasta ocho integrantes de Arcade Fire. Saltada esa objeción, el concierto continuo con ese rock teñido de toques épicos que caracterizan a estos canadienses que se están comiendo el mundo.

La parte central del concierto quedó marcada por un núcleo de canciones de «The Suburbs», nombre de su tercer disco, como «Modern Man», «Rococo» o «The Suburbs», hasta que cerraron con una de las pocas canciones que tocaron de su segundo disco Neon Bible «Keep the Car Running» y un apoteósico final con «We Used to Wait», » Neighborhood#3 (Power Out)» y «Rebellion (Lies)»

Volvieron para cerrar una muy memorable actuación con «Intervention» y «Wake Up». Brillantes. Esperemos no tener que tardar para volver a verlos…

Texto: Xavi Hernández
Fotos: María Sales