Indómitos, atrevidos, rockeros, e insultantemente juveniles. Mazes, banda apoyada por el últimamente poco fiable NME, valen realmente la pena. La gastada etiqueta lo-fi, aplicada a cada potencial brasas haciendo maquetas caseras, no les hace justicia. Lo suyo es una vuelta a lo básico, primario, canciones cortas, pegadizas, furiosas, energía positiva en pildorazos incontrolados.
Otros blog, otros medios, los califican de hype, injustamente. Son prejuicios anglófobos de quienes aplauden medianías sustentadas por fuentes tan dudosas y tendenciosas (Pitchfork, puagg!!!) como el tabloide británico más patriotero.
Un delicioso y pegadizo debut que merece atención, a pesar de sus limitaciones, o falta de registros.