Os dejamos aqui lo que ocurrió el viernes…
Abrí la jornada del viernes otra vez en el Maravillas, con Nudozurdo, una de las bandas más en forma del panorama nacional, y parcos en palabras, desgranaron una gran actuación, con un brillante sonido, y haciendo que canciones como «Kamikaze», «Prometo Hacerte Daño», «Mil Espejos» o «El Hijo de Dios» sonaran como como un gancho directo a la mandíbula. Lo único que dijeron fue un: Muchas gracias. Pero no hacía falta más, como me dijo un gran amigo mio (si no lo comento me mata) «Nudozurdo sonido BOSS»
Hicimos acopio de comida y bebida porque venía una vorágine intensa de conciertos a partir de las 22:45, lo que me llevó a prescindir de Brandon Flowers (Señor, perdóname) y centrarme en ver a Herman Dune, que ofreció en el escenario Fiberfib una gran actuación donde su folk contagiaba a los presentes.
Carrerita para Elbow y encontrarnos con un grupo, que a la sombra injustamente de Radiohead, desplegaron una increíble atmósfera que encandiló a más de uno(un servidor entre ellos) y son canciones como «Open Arms», «Lippy Kids» o mi favorita «The Loneliness Of A Tower Crane Driver» enamoraron a la par de emocionar. Bravisimo, lástima que solo tocaran 9 canciones.
Eso nos llevó a ver un poquito de Art Brut, que atronaban en el Fib Club y a unos The Stranglers, que venían con la vitola de grupo de culto y se encontraron un escenario Fiberfib a mitad dada su coincidencia horaria con los cabezas y estrellas del día, The Strokes.
Los Neoyorkinos ofrecieron un concierto de luces y sombras. Canciones tienen para hacer un concierto serio y lleno de hits, pero cuando una banda se empeña en venir a un festival a presentar canciones nuevas, genera un sin sentido que lleva a tener altibajos y ponerte de mala hostia.
No porque sean malas canciones, pero la gente, va a los festivales a disfrutar y si, a ver conciertos, pero generalmente quiere éxitos, y hay gente que no lo entiende, y Julian Casablanca y compañía son de esos. Que te toquen en un concierto «New York City Cops», «Reptilia», «Last Nite», «Someday», You Only Live Onces», «Hard To Explain» o «Take It Or Leave It» es señal de alegría, mucha, pero yo no salé del todo satisfecho, lo siento.
Luego, tras coger fuerzas otra vez, disfruté como un enano de las sesiones de Mondonoro Dj’s y Dj Rojiblanco, que hicieron que viera amanecer en Benicàssim y saliera con una gran sonrisa en el rostro. Sentimental que es uno oigan es lo que tiene Benicàssim, que enamora.
Texto: Xavi Hernández
Fotos: Archivo FIB/Oscar L. Tejeda
Que darían Strokes por tener una sola canción digna de los Stranglers.
Elbow muy grandes, pero no se si son grupo más para sala…