El cuarto disco de Kasabian atenta contra el sonido establecido dentro de los cánones de la banda. Es un honrado ejercicio de valentía como mínimo. Pocas bandas (pienso en Radiohead…), -en los tiempos que corren para las discográficas- hubiesen arriesgado un ápice en presentar este disco a los jefazos de la compañía, viniendo como venían de un W.R.P.L.A homogéneo y plagado de canciones redondas y de una extensa gira mundial que les ha colocado (por méritos propios) en una de las bandas cabeceras del rock británico.
La discografía de Kasabian tardará en asimilar este Velociraptor es cierto, pero es cuestión de tiempo, no desentona nada, el paso es adelante, rompe con los tres primeros discos y abandona el sonido de W.R.P.L.A para llevarlo a otro lugar diferente. Es una vorágine de canciones sin nexo en común alimentadas por el Sgt Peppers Lonely hearts club band (La fee verte) y por la música electrónica de mediados de los 80’ (I hear voices). Quien está en la posición moral de plantearle inconvenientes a gente que pretenden olvidar lo que han hecho y adentrarse irremediablemente en aguas pantanosas. Además, dan un respiro a los fans de la banda (Days are forgotten, Velociraptor, o Swithblade smiles son de factoria Kasabian). Olvídense de Shoot the Runner, háganlo y dejen avanzar a una banda que explora caminos inhóspitos y además dignamente y sin ninguna frivolidad demasiado condimentada.
Pero mi reseña viene por canciones como Let’s roll just we used to (muy Miles Kane) , Goodbye Kiss (la balada del año) y Man of simples pleasures (¿la consagración de Pizornno?). Pizzorno en la sombra. Pizzorno en el punto de mira. Prometió su Ok Computer y la crítica ha saltado a por el como jauría hambrienta de lobos.
Pueden tirarles piedras, pueden crucificarles, pero no tardarán en darle una segunda oportunidad a Velociraptor y entonces se darán cuenta de dónde ha llegado esta banda. Están en la cima y pueden simplemente elegir su camino. Es fácil criticar este disco si lo que querían era volver a escuchar un Underdog pero… ¿alguien está interesado de verdad en seguir una discografía de una banda sin pretensiones en cada nuevo disco que sale a la calle?. Yo renuncio a no darles a Kasabian la posibilidad de llevar su sonido a dónde pretendan.
No quiero que piensen que no hay relleno. Lo hay. Pero es marca de la casa. Las menos interesantes abordan a Primal Scream (y no les sale mal). ¿Qué quieren?. Hay de todo, y la ensalada a mi me resulta apetecible. Hay singles, hay canciones que marcarán un antes y un después en el repertorio de la banda y hay algunas otras que aportaran la dosis necesaria en cualquier grupo de “curiosidad”.
Velociraptor no va a ser su “extinción” como banda. Y si, va a ser su OK Computer. Tiempo al tiempo.
Crítica por: Yukio Seki
El disco va calando, mejor de lo que aparenta, muy heterogéneo y valiente…
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