Niños Mutantes – Náufragos (2012, Ernie Producciones)
Vamos al grano. Este Náufragos no es el mejor disco de Niños Mutantes. Es una colección de canciones con un nivel menor que Las Noches de Insomnio, por ejemplo. Pero la mejor noticia para ellos ( y para su numeroso público) es que siguen haciendo discos herméticos, me explico; la temática, la homogeneidad y los matices son su fuerte. Su discos tienen mucha presencia y ese es su principal activo, que no es poco. Nada está de más. Nada sobra. Tienes que tratarlo como parte de un plan. Algo en sus canciones menos llamativas sirve de nexo para otra en la que, muy posiblemente, se explique mejor el significado de la anterior.
Es un disco muy fronterizo, muy sureño. Intuye el final de algo, pero no consigues saber el que. Alegre y optimista y abordando los problemas actuales a la par. Algo en lo que Niños Mutantes nunca acababan de adentrase del todo. En este disco todo se aborda de forma más explícita. Aquí se observa claramente el fracaso del sistema actual (Caerán los bancos), una situación sentimental complicada con un calmante efectivo (El infierno), una forma de caer y levantarse (Empezar de cero), en Querer sin querer el sonido remite a los 80′. Honesta pieza pop sin pretensiones de ningún tipo. Dame tu mano es una sutil avanzadilla a Volverás. Quizá la canción menos mutante de todas. Puede ganar mucho en directo. Un piano como inicio que va desembocando en arrebatos sonoros, que decrecen y emergen al dictado de lo que va pidiendo la canción en ese momento. El Pozo es de mis favoritas. Deliciosa melodía acompañada de una acústica que sobresale por encima del contexto en si de la canción. El punto fuerte de Niños Mutantes. Hacer crecer lo que supuestamente no debería crecer. Leyes de la física mutante.
Algo parecido le pasa a La puerta. La huida como forma de escapar sin complejos. Huir no está tan mal si te lo explican tan acertadamente como lo hacen ellos. Hundir la flota (single) es un disparo mutante. Ese single rotundo que solo ellos saben sacarse de la manga.
Conclusión. Acierto con peros. Venían de dos grandes discos y este baja sensiblemente el nivel. Quizá las letras nunca han sido su fuerte y aquí se resienten aún más. Sin embargo se adentran en un sonido sureño que no les perjudica en absoluto, mientras siguen manteniendo la estructura de su sonido habitual. Me da la impresión de que es un disco puente. Ni idea hacia dónde se dirigen, lo único cierto es que crédito les sobra.
Nota: 
Yukio Seki
