18 EDICIONES lleva ya el Festival Internacional de Benicassim. Una mayoría de edad que ha hecho consolidar una vez más al FIB como uno de los cabezas visibles del sector, a pesar de no llevar un cartel compacto y homogeneo, sino ecléctico y variado, quizá más enfocado al público británico.
Con datos oficiales en la mano, el FIB 2012 ha reunido a 40.000 asistentes de media por jornada, siendo las jornadas de viernes y sabado las más multitudinarias, con un total de 160.000 espectadores. 40.000 menos repecto a pasadas ediciones, debido a la devastadora crisis económica y la feroz competencia en el sector que hay hoy en día, con festivales de bajo precio y atractivos carteles, que hace una dura competencia al barco capitaneado por Vince Powell, pero que aunque pueda parecer que zozobre, sigue en alta mar y con vistas a seguir firme.
Fuera de similes nauticos, el jueves cuando entré en el recinto del Fib me llamó la atención el bajo número de españoles que me encontraba, me acerqué hasta el escenario Maravillas y los Tiki Phantoms ante un sol de justicia y un público escaso, pero entregado, regalaban dosis de buen surf rock al populacho.
En el escenario Trident Senses, Zola Jesus me gustaron bastante, escasos instrumentos, pero bien acoplados a la potente voz de su rubia cantante que encandilaba a las primeras filas.
De vuelta al escenario Maravillas, los sevillanos Pony Bravo, aglutinaban a más y más gente, arrancando con la poderosa ‘La Voz del Hacha’ y ‘El Piloto’, convirtieron el escenario en una rave con ‘La Rave de Dios’. Enigmáticos como siempre y arrolladores, cerraron con ‘Mi DNI’ para delirio colectivo.
The Horrors fueron uno de los triunfadores de la jornada, arrollaron con el comienzo de ‘Mirror’s Image’, sonando potentes y compactos, me recordaron al primer concierto de ellos en el FIB 2007 cuando destrozaron al personal, pero me conquistaron gratamente, y aunque en el ecuador del concierto hubo algun momento de bajón acabaron triunfantes.
The Horrors
En el cambio de un escenario a otro, en el escenario de Jack Daniel’s, Tormix DJ (@tormixdj) hacía bailar en una hirviente carpa a centenares de fanáticos que a ritmo de The Libertines, Bloc Party o The Strokes hicieron parecer aquello al apocalipsis, increible momento.
Kurt Vile & The Violators en el Trident Senses siguió mi fiesta particular, con canciones de corte folk y acústico, con otros más rockeras y distorsionadas, que me dejaron ojiplático y muy satisfecho.
At The Drive-In me dejaron tal cual, con el culo partido. Potentes, compactos, conjuntados, y arrolladores. Sin ser fan acérrimo de su obra, temas como Lopsided, Napoleon, Quarentined sumado a un cierre con One Armed, concierten a cualquiera, un servidor incluido.
Tras la decepción de la cancelación de Florence + The Machine, a la que se sumó posteriormente la de Bat For Lashes, aupó a De La Soul al escenario principal, triunfando plenamente, con un concierto entretenido y muy interactivo, donde se hizo al público complice y a mi, sintiendome un auténtico Mc! (Jajajaja)
Cerré la velada con Yuksek. Los franceses ya no son el grupo electrónico martilleante, mezclan sus temas con un halo de cantantes melódicos que les han quitado algo del empuje de antes, pero siguen siendo muy bailables.
Viernes
Cuando entré al recinto, Klaus & Kinski cerraban su actuación con Flash-Back Al Revés, y Chin Yi, languidecían en el escenario FIB Club, así que corrí para coger buen sitio para Miles Kane, uno de los conciertos que más me atraían y la espera valió la pena. Para empezar, que Kane saliera al escenario a ritmo de B.R.M.C y su Spread Your Love me ganó bastante, muchísimo, pero que arrancara su actuación con Rearrange fue espectacular. Y además, su pose, chulesca y entregada, lejos de parecer ese chico mod amante de la música retro,hizo mucho, haciendo que ordas de británicos bailaran entregados. Esto quizá hizo que el bueno de Miles se sintiera como en casa, y que temas como Quicksand o Colour Of The Trap sonaran mejor que nunca. Pero se reservó lo mejor para el final, con un Inhaler de infarto, y un Come Closer brillante.
Miles Kane
Llegué justo para ver los ultimos temas de La Habitación Roja, que en el Trident Senses, tocaban para su sólida base de fans, a los que me he sumado hace tiempo, y que sumado a su brillante disco de este año (Fue Electrico) me gustaron más aun. Cerraron su actuación con El Eje del Mal, Voy a Hacerte Recordar y Ayer, y me quedé con ganas de más.
Pero llegó el plato fuerte de la jornada, el mítico Bob Dylan aparecía en escena. Lejos queda su actuación de 2004 en la que la vi por primera vez, pero su puesta en escena no ha variado. El sigue arrinconado en el escenario con una banda de lujo. Enigmático como siempre, sin dirigir una sola palabra al público, y prohibiendo taxativamente a la prensa hacerle fotos de cerca ni camaras de la organización grabándolo de cerca, así que su puesta en escena eran dos pantallas, que desde una camara fija en la torre de sonida, dejaban adivinar a un Dylan pequeño y enfundado en un elegante traje con su inconfundible sombrero.
Bob Dylan
Su repertorio casi indescifrable, con su manía ( a mi no me gusta nada) de reversionar sus temas, haciendolos a veces imperceptibles para el fan mundano, y que sus fans acérrimos (subieron la media de edad considerablemente esa jornada) descifraban con cuentagotas. Aun con un puntual fallo de sonido, cerro su actuación con Ballad Os This Man y a la mítica Like a Rolling Stone.
Tras hacer acopio de fuerzas, Joe Crepusculo en el FIB Club hizo bailar al personal, mientras The Maccabbes con Pelican y Grew Up At Midnight hacian lo propio en el Maravillas.
Bombay Bicycle Club tomó sitio en el escenario Maravillas con horario estelar y no defraudaron. Temas como Open House, Evening/Morning, Shuffle o What If dieron muestra del salto de calidad de estos chicos, y que sigan.
Cerré la jornada en el FIB Club con los Hermanos Pizarro y Smart, que a base de temas de todas las epocas, hicieron bailar y disfrutar hasta que el sol empezó a asomar en Benicassim.
Crónica por: Xavi
Fotos: Colección Fiberfib.com
