Dentro de la programación del Festival Urbano y tras un precipitado cambio de local a última hora (parece ser que el ayuntamiento no autorizó la celebración del concierto alegando que el polideportivo del Cabanyal no tiene licencia para realizar espectáculos, aunque el evento estaba anunciado desde este pasado verano), sobre un millar de afortunados tuvimos la ocasión histórica de ver en nuestra ciudad a uno de los mitos vivos del rock and roll, la gran Patti Smith.
Poseedora de un carisma tan grande como su simpatía, apenas le hicieron falta un par de saludos y sonrisas para demostrar su cercanía y de esta forma aumentar aún más si cabe el fervor de un público entregado. Y es que gran parte de su magia reside en esa mezcla de sensibilidad y poesía por un lado y de rabia y electricidad por el otro. Y aunque esta vez echamos de menos alguna que otra guitarra eléctrica que descargase esa rabia, furiosos resultaron los «incorrectos «salibazos que lanzaba sobre el escenario. Genio y figura.
Arropada por una impresionante banda y acompañada por su inseparable Lenny Kaye, abrió fuego con un tema de su último álbum «April Fool». Y a partir de aquí, entre reivindicaciones (habló del Cabanyal, de la huelga del 14-N y del poder de la gente para cambiar las cosas) y dedicatorias (a la madre naturaleza, al escritor Roberto Bolaño), fue desgranando su excelso material sonoro. Imposible dar cabida a todas sus emblemáticas canciones en hora y media, pero aún así hubo una amplia representación. Ante nosotros desfilaron maravillas del calibre de las estremecedoras «We Three» y «Pissing In The River», la emocionante «Dancin’ Barefoot», el mantra de «Ghost Dance» o las esperadas y coreadas «Because The Night» y «People Have The Power». También hubo tiempo para dar cabida a temas más recientes como el que da título a su postrer trabajo «Banga» con ladridos incorporados o «Beneath The Southern Cross» de intensísimo final, con tres guitarras acústicas al unísono, en la única ocasión en que Patti cogió la guitarra.
Y para final intenso el que nos proporcionó con su versión del «Gloria» de Them, casi más famosa que la original, y en ese bis con «Rock ‘n Roll Nigger» que acabó con una Patti Smith agotada, pero con un público entusiasmado.
Dan Defensor