Crítica de disco: Grises – Animal


Grises

Animal

Octubre/Sony Music 2014

grises

 

Una de las bandas con más proyección del panorama español, a medio camino entre la pulsión africanista y el indie-pop guitarrero, son los donostiarras Grises, banda compuesta por Eñaut Gatzañaga (voz y guitarra), Amancay Gatzañaga (voces), Raul Olaizola (bajo), Antonio Diniz (batería) y Alejandro Orbegozo (sintetizadores). Los autores de No Se Alarme Señora, Soy Soviético (donde ya incluían algún tema realmente adictivo como Cactus) van asomando cada vez más, compartiendo sonido y escena con otros jóvenes proyectos como The Noises o SMILE y también con bandas más exitosas como los Supersubmarina producidos por Tony Hoogan. Su consolidación podría llegar con este tercer disco, Animal, apoyado por un cambio de discográfica desde Origami Records a una multinacional como Sony.

Todo en este disco hace realidad la máxima (y el secreto) de Alex Kapranos, hacer que las chicas bailen con su música. Desde el comienzo del disco se suceden melodías que se saben capaces de arrasar en cualquier festival veraniego, como el single homónimo Animal que con sus aires tropicales y su letra escapista es perfecta para esta estación. El terreno de posibles singles sucesores no está para nada descuidado; Lopan es un buen corte synth-popero que hará les conecta ligeramente con Phoenix, Señales indica que los de Eñaut Gatzañaga podrían estar encontrando su lugar entre la inmediatez del math-rock y la luminosidad tropical, y Efímero que no tienen miedo a adentrarse en terrenos un poco más atmosféricos.

Aunque a veces pueden hastiar en su intento de clavar el sonido de bandas como Delphic, Crystal Fighters y Foals; y cuando llegas a canciones como Mork o En Tu Mente te parece que ya las has oído tres o cuatro veces, ojo que a veces son más fieros de lo que parecen. La festiva Impares sorprende por sus bruscos cambios de tono, pasando del post-punk al dub con crudeza en ese pegadizo “ven a mi constelación”; y Alienígenas también destaca por la fiereza rockera con la que se van desatando voces y baterías, en su particular intento de canción inconformista.

No son los más originales (la final Indecisión es prácticamente idéntica a I Can Talk de Two Door Cinema Club, otra influencia que me dejaba en el tintero), pero Animal se escucha de una tirada, se hace muy ameno por su carácter festivo (incluso ravero) y contiene suficientes hits como para amenizar cualquier sesión.

Juan Pablo Reig

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