Electropop Alfara Festival
22-23 / 08 /2014
Alfara del Patriarca (Valencia)
Precedido por las polémicas cancelaciones realizadas una semana antes del festival, se celebró la tercera edición del Electropop Alfara Festival en la localidad valenciana de Alfara del Patriarca, cercana a la capital. El tema de las cancelaciones fue que diversos grupos fueron eliminados del cartel por recortes en el presupuesto que obligaron a la organización a cerrar uno de los escenarios previstos para conciertos. La cuestión es que estos grupos y dj´s tuvieron conocimiento del hecho al no verse reflejados en los horarios de actuaciones sin aviso previo de los organizadores, provocando su malestar. La organización emitió un comunicado dos días antes de comenzar el festival dando su versión de lo ocurrido, pero esto fue como aplicar paños calientes.
Aunque el recinto estaba asfaltado, presentaba algunas calvas en la zona del escenario, con desprendimiento de arena y grava y el consiguiente peligro para los asistentes o los artistas si a alguien se le hubiera ocurrido lanzar piedras. La primera jornada logró reunir a unas 2.000 personas, sumando las entradas de día.
Viernes
Centrémonos en lo musical, que es lo que nos importa. Con un retraso de 45 minutos (debido a que a la hora prevista de apertura Dorian estaban realizando la prueba de sonido) comenzaron las actuaciones musicales, con Rubick abriendo escenario cuando ya caía el sol. La formación local repasó sus temas en el que anunciaron sería su último concierto cantando en inglés, pues el nuevo disco que se encuentran grabando ahora estará formado por composiciones en castellano. La canción “Lobo” deja buenas sensaciones, con un ritmo más bailable, aunque también interpretaron versiones de Gorillaz (“Feelgood Inc”) para finalizar con la estupenda “Bandits (On The Road”).
A continuación, Dezervers pusieron en circulación guitarras más potentes, con temas adictivos como “I´m A Pretty Ugly Bastard” o “MF (What Can We Do?)”, elaborando un sonido que oscila entre Pixies y Placebo, algo que fomenta la apariencia de su vocalista con una imagen similar a la de Brian Molko. El contrapunto lo pone su bajista, Nerea, con unos coros que suavizan la electricidad de los temas.
Uno de los residentes del barcelonés Razzmatazz, Gato, se presentó como Gato TV y su espectáculo audiovisual mezclando sonido e imagen, reuniendo temas atemporales como “Another One Bites The Dust” de Queen, “Song 2” de Blur o “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana junto a otros más recientes, caso de “Dancing Anymore” de Is Tropical, todo ello aderezado por unas bases contundentes.
Es indiscutible que Dorian arrastran a sus seguidores allá donde actúen y aquí sucedió lo mismo, con el escenario principal ofreciendo una entrada inmejorable. Los paladines del pop adolescente ofrecieron un repaso a su discografía comenzando con uno de sus mejores temas, “Te echamos de menos”, con un Marc muy comunicativo con el público que agradeció a los organizadores del festival que se hubieran arriesgado con esta iniciativa. Ya con temas de su último disco “La velocidad del vacío” interpretaron “Tristeza” o “El temblor”, así como “Horas bajas” en la que Marc y el guitarrista realizan un solo de percusión. Sin duda la más esperada fue “A cualquier otra parte” y no podemos negar la capacidad de Dorian para concebir himnos coreados por sus seguidores a pleno pulmón, pero ha sido reemplazada por “La tormenta de arena”. Finalizaron con “Los amigos que perdí”, donde Belly proporciona una atmósfera envolvente con sus teclados, realizando una versión extendida del tema.
A continuación le llegó el turno a Tiga, en una sesión que si bien no fue nada del otro mundo, por lo menos cumplió con el objetivo de hacer bailar. El dj y productor canadiense apareció en escena con una gorra de la que no se desprendió en todo el set que duró 90 minutos, mezclando techno, tech-house y electro, con esos ritmos ácidos de la TB 303. Durante los primeros compases ya se pudo escuchar su nuevo tema “Bugatti” así como el “Everybody” de Gameboyz en su remezcla de Bozzwell, y en el último tramo incluyó su rompepistas “You Gonna Want Me”, un set que contó con mezclas limpias y bien ejecutadas.
El escenario Electroclub abrió sobre la 1 de la madrugada con Louie The Thunder ofreciendo pop y rock con canciones de The Silencers o Placebo, mientras que Autokratz no actuaron debido a problemas con su ubicación en este escenario.
Sábado
La resaca del día anterior pasó factura a la segunda jornada, donde el panorama se presentaba desolador por el escaso público. Y es que el cartel se podría decir que era como un showcase de nuevas bandas valencianas, con el único y más atractivo gancho de Triángulo de Amor Bizarro. La tónica de la tarde fue la de medio centenar de personas de media (siendo benévolos) para estos grupos nuevos, cuyos seguidores esperaban (bajo negros nubarrones que no llegaron a más) a Podenco, que comenzaron con veinte minutos de retraso. Se trata de un trío básico de guitarra, bajo y batería que con tan solo un EP han llamado la atención de la prensa local. Temas eléctricos que se mueven entre el indie y el post-rock, con algún tema instrumental de largo desarrollo pero que se siguen con interés sin llegar a cansar. Acto seguido una ración de rock clásico, la que perpetraron 5th & Pontiac con su puesta en escena donde las guitarras cobraron sentido. Desde el primer tema con “Blitzkrieg Bop” de Ramones, toda una declaración de principios, el grupo mantuvo el tipo durante su actuación con temas enérgicos como “Mexican Way”. Por algo se les declaró ganadores del concurso Sona La Dipu en 2013, mantienen una buena actitud sobre el escenario con un frontman de voz aguardentosa, con medios tiempos como “Skallywag” y estribillos pegadizos como “Chupito mosquito”.
Otra de las propuestas interesantes fue la de Siberian Wolves, un dúo que a base de guitarra y batería logran un sonido compacto donde el espíritu de Jesus & Mary Chain circa “Psychocandy” se mezcla con un viaje lisérgico de connotaciones psicodélicas. El guitarrista mediante pedales de efectos logra un sonido oscuro cambiante a cristalino según el tema, mientras el batería se encarga de la voz a la vez que golpea los parches. Llevan poco tiempo dando conciertos, pero habrá que seguirles la pista muy de cerca.
El torbellino eléctrico de Triángulo de Amor Bizarro, inmersos en su extensa gira de “Victoria mística” pisaron de nuevo tierras valencianas ante unos trescientos seguidores. Ello no fue impedimento para la banda, que metió toda la carne en el asador por espacio de una hora, donde pudimos escuchar temas de todos sus trabajos, como “Super Castlevania IV” o “Año Santo”, alternando las tareas vocales entre Isa y Rodrigo. La energía que descargan en directo les ha llevado a ser una de las bandas nacionales más contundentes en directo, capaces de crear muros de sonido con su distorsión. Otras canciones que interpretaron fueron “El fantasma de la transición”, el sencillo “Ellas se burlaron de mi magia” y la incontestable “De la monarquía a la criptocracia”. Sobran las palabras para decir que Triángulo de Amor Bizarro están en plena forma.
Seguidamente, la banda Delaire ofreció su repertorio de temas pop-rock ante sus escasos seguidores, ya que la desbandada fue general, en busca del segundo escenario de dj´s. Canciones como “Sigue andando” son pegadizas, pero el público buscaba a estas horas la electrónica de baile, algo que ofrecieron los jóvenes de STTL con ritmos de baile mezclados con guitarras en su faceta más hedonista. Un sonido contundente hace que muevas tus pies al compás de la música, con canciones como “Muérdeme” o “Jóvenes”, aunque deberían cuidar un poco más sus letras. Hicieron una versión del “There´s No Stopping Us Right Now” de Calvin Harris y un fragmento de “One More Time” de Daft Punk para que puedan hacerse una idea de su sonido.
Con Maadraassoo llegó el tiempo para bailar al escenario principal, donde uno de los dj´s residentes de Razzmatazz pinchó en un principio temas de Tiga, el “Bugatti” mezclado con “Los amigos que perdí” de Dorian, junto a otras rompepistas como el “212” de Azealia Banks o el “Jealous” de Chromeo.
A modo de reflexión señalaremos que el apartado musical ha cumplido de manera aceptable sus objetivos. En cuanto a organización, de los errores se aprende y esperamos que tomen nota para futuras ediciones para subsanar estos fallos, ya que al tratarse de un festival benéfico, la buena voluntad no es suficiente.
Carlos Ciurana