Reflexiones acerca de los festivales de verano en la Comunidad Valenciana


Dice el refranero castellano que “lo poco gusta, lo mucho cansa”, y bien  podríamos aplicar ésta máxima a la proliferación de festivales musicales. La gran demanda inicial hacía que brotaran festivales hasta debajo de las piedras, en una situación que difícilmente se pudo mantener. En la Comunidad Valenciana hemos tenido desde principios del año 2000 un alud de actividades musicales sin parangón, en un momento en que la bonanza económica permitía a los ayuntamientos celebrar estos actos a costa del erario público, cada municipio quería tener su propio festival. Y así llegamos a fecha actual donde muchos de ellos han desaparecido y muy pocos se mantienen, por no decir que la práctica totalidad han sucumbido a la crisis económica y al despilfarro generado por los consistorios que deseaban notoriedad.

Podemos empezar por un festival como el Socarrat de Xátiva, que durante dos ediciones celebradas en 2000 y 2001 en el polideportivo Les Pereres, desapareció acuciado por las deudas, extendiendo cheques sin fondos para el pago de artistas y muchos empleados que ni siquiera cobraron lo estipulado, además de problemas en la organización. Por allí pasaron Los Planetas, Fangoria, Telephunken, Los Secretos o Cooper.

Alfara tiene en el Electropop, que ya cuenta con 3 ediciones un espacio singular donde probar al público valenciano en temporada estival (crónica de su edición de 2014 aquí) donde la electrónica tiene un papel destacado pero parece haber pinchado hueso.

El primer y único festival Roscopop celebrado en 2002 en L´Alcudia contó con las actuaciones de los murcianos Ross y los franceses Sweet Apple Pie y Strawberry Smell, con entrada gratuita, organizado por el colectivo Roscopop.

El MIMED celebrado en Mislata entre 2003 y 2009, organizado por la concejalía de Juventud del Ayuntamiento de dicha localidad, incluyó en sus carteles artistas como Los Planetas, The Bellrays, Supergrass o La Buena Vida.

El festival Este 04 se desarrolló en los tinglados del Puerto, con una programación dedicada especialmente a la electrónica con dj´s y bandas como Stereo MC´s, Andy Smith (Portishead), Richard Fearless (Death In Vegas) o Alexander Kowalsky. En 2005 se trasladó al Parque de Cabecera, donde actuaron Justice, Erol Alkan, The Glimmers, Chicks On Speed o Der Plan. Las deudas nuevamente se cebaron con el festival que no pudo hacer frente a los gastos de organización.

Otro evento celebrado en Valencia organizado por el consistorio como el Ecléctic Festival y gratuito, nos permitió ver en concierto a la islandesa Bjork, Pet Shop Boys o al grupo Garbage, en un lugar privilegiado como la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

También el MTV Winter se celebró en el mismo escenario durante cuatro ediciones (de 2007 a 2010), con Franz Ferdinand, The Cure, Arctic Monkeys y My Chemical Romance como cabezas de cartel de cada edición.

El festival internacional de Investigación Artística Observatori comenzó su andadura el año 2000 con la intención de dar a conocer la obra de artistas que investigan en las fronteras del arte contemporáneo. Englobando música, exposiciones, instalaciones y performances, su arriesgada programación trajo al Museo de las Ciencias Principe Felipe artistas de la talla de David Byrne, Laurie Anderson, Tortoise y John Cale, cerrando definitivamente en 2011 por falta de subvenciones.

La localidad de Burjassot acogió el 10 DB, o lo que es lo mismo, los 10 Dias de Burjassot desde 2005 dedicado a las Artes Escénicas y la música. Franco Battiato, La Fura dels Baus , Andrés Calamaro, Vetusta Morla y Catpeople fueron algunos de los artistas que actuaron en este festival, que desaparece en 2011 dedicando el Ayuntamiento este presupuesto a obras de Bienestar Social.

En octubre de 2005 se celebró la primera edición del Heineken Greenspace, un festival que mediante la rehabilitación de unas naves industriales cercanas al Puerto por parte de Heineken, logró una concesión del Ayuntamiento de Valencia por cuatro años donde llevaron a cabo una excelente programación musical que nos permitió disfrutar de conciertos como los de Morente y Sonic Youth, Antony & The Johnsons, Marc Almond, Matthew Herbert, Moby, Bloc Party o Paul Weller. En 2009 se celebró la última edición del festival en las Atarazanas con The Pains Of Being Pure At Heart, y aunque la marca cervecera quiso continuar, el no tener un espacio fijo hizo que desistieran de ello.

 En la provincia de Castellón también han tenido que cerrar varios festivales, como el Cool Music Festival en Burriana, en el mismo lugar en que actualmente ocupa el Arenal Sound.  Desde 2003 y con cinco ediciones al menos en su haber, este modesto festival trajo a grupos como Cycle, OVNI, Motormark o Profesor Angel Dust.

En Moncófar se celebraba gratuitamente el Foc and Sound Festival hasta 2010 con al menos nueve ediciones, programando bandas de rock y electrónica de vanguardia, además de moda y danza con grupos como White Rose Movement, Megaphone Ou La Mort, Alec Empire, Vive La Fête o Felix Kubin. Nuevamente, las subvenciones del ayuntamiento local dejaron de prestar su apoyo económico.

El caso del Costa de Fuego es único, pues se celebró en 2012 con grupos como Marilyn Manson o Guns´n´Roses organizado por Maraworld (la organizadora del FIB) en el recinto de Benicassim, desistiendo al año siguiente por la nula repercusión obtenida y el escaso público asistente al evento.

 En Alicante el Mediátic Festival se dirigía a la franja de público mainstream con bandas como Amaral, Loquillo, Bunbury o el rock combativo de Barricada y Rosendo. Se celebró en un principio en Alcoy, trasladándose a La Nucía y a la capital, cerrando en 2008 tras una trayectoria de seis años.

Luego hay hay 3 piezas en ese puzzle que son como 3 transatlánticos en todo el entramado festivalero autóctono.

El FIB de Benicàssim, que tras 20 años en el candelero, ha vivido sus dos últimas ediciones al filo de la navaja, con traspasos de poderes, rumores de traslados, quiebras, quítate de ahí esas fechas, concursos de acreedores etc, un maremágnum de sensaciones que han hecho como sus últimas ediciones se han visto afectadas con una bajada progresiva de sus asistentes, aunque aún mantiene una cuota de seguidores fieles que ven como la marca FIB sigue siendo un filón, su calidad musical se ha visto francamente perjudicada, con propuestas más eclécticas, como hip hop y artistas de radio fórmulas británicas que hacen que se mire los carteles añejos del FIB con melancolía. Esta última edición (podéis ver la crónica aquí parte1 y aquí parte2) que hasta el último momento tuvo en vilo a los fieles, se caracterizó por artistas ya consagrados y que habían pasado por Benicàssim en tiempos dorados con ubicaciones en escenarios secundarios, dejando las tablas principales a artistas que hacían rabiar a los más fibers puristas. Una pena ese cambio de tercio, pues el FIB mantiene una esencia que aunque aún tiene fuertes raíces, se debilita y lo deja en una situación delicada de cara al futuro.

El Low Festival de Benidorm parece recoger el testigo, nacido al abrigo de la filosofía Low Cost, tan apropiada en tiempos de crisis, no dejó que la situación famélica del país afectara y edición tras edición se ha ido asentando en el candelero y recogido en estos años a más fieles. Progresivamente ampliaron sus ediciones, de la primera en Alicante en 2009 a la última en 2014 en Benidorm (Crónica de 2014 aquí) han ganado en organización, cartel y público una filosofía de precios asequibles, buscando los rescoldos de otros eventos, han creado ya una marca asociado al gigante que es Benidorm con una oferta hotelera enorme que ha sabido absorber toda la demanda,

El otro festival destacado es el Arenal Sound de Burriana, mención especial merece tamaño evento que se ha convertido en tiempo récord en el festival más multitudinario de España, enfocado principalmente a un turismo joven con ganas de fiesta y barato, que prefiere saltarse los conciertos iniciales para darle a la bebida y al ocio y ya entrar al recinto cuando la noche está bastante adelantada, esto no supone un grave problema, puesto que muchos de los asistentes que si que van por los conciertos pueden de disfrutar de conciertos con un ambiente sin agobios. El problema confluye cuando entra la muchachada y choca con la marabunta del interior, pero los vastos terrenos tardan poco en asimilar el maremágnum de gente  y termina por convertirse en una gigantesca rave que acaba con el sol en todo lo alto. (Crónica del arenal 2014 aquí)

El FRA de Alaquàs es otro de los festivales más veteranos, ha celebrado su 20º aniversario este año (crónica aquí), y ha visto como la crisis ha ido afectando su cartel con baches que hicieron temer por su prosperidad, pero parece haberse sabido adaptar a la coyuntura actual y ha resurgido con fuerza.

Es por tanto que se vislumbra un cambio de tendencia generalizada en todo el entramado festivalero valenciano, en tiempos de crisis hemos visto como se resienten los grandes eventos, algunos festivales desaparecen, y otros nacen, se asientan o tambalean, finalmente quien más acaba de resentirse es la cultura, como casi siempre, y aunque la oferta de festivales es amplia, no hay economía que resista un verano de festival en festival.

Carlos Ciurana & Xavi Hernández

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