«A la tercera va la vencida» dice el refranero español, y esto se lo podemos aplicar a la tercera edición del festival Deleste, en la que se ha consolidado como uno de los festivales a tener en cuenta con una propuesta que aúna calidad y diversión donde se colgó el cartel de «sold out». Un festival cómodo, donde no hay solapamientos entre actuaciones (aunque si los hubo este año con la inclusión del Deleste Loft, recibido con tibieza), y que alterna los conciertos en auditorio con escenario abierto, todo un lujo. Os ofrecemos una crónica de lo acontecido en estos dos días de conciertos.
VIERNES 24
Con total puntualidad, a las siete de la tarde el auditorio Ámbar acogió la actuación de María Coma, que presentaba su álbum «Celesta» en el último tramo de su gira, pisando por primera vez nuestra ciudad. Con un gran despliegue de medios sobre el escenario y acompañada a las percusiones por Pau Vallvé, María interpretó los temas de corte intimista al piano, comenzando con «Orió» rompiendo en forma de tormenta percusiva hacia el final, así como en «Schone Stille» o «Forever And Day», temas cantados en catalán, alemán o inglés. Las atmósferas creadas a base de «loops» de su propia voz superpuesta a modo de capas logra un efecto increíble, hipnótico, al igual que crea un ritmo golpeando con la palma de su mano el micrófono. Un buen comienzo de festival que registró el auditorio con una gran entrada.
Acto seguido, Pau Vallvé con formación de guitarra, bajo y batería, desgranó el pop de autor contenido en su último disco «Pels dies bons», un trabajo exquisito del colaborador de Standstill. Música introspectiva de un músico comprometido.
Pau Vallvé. Foto: Xavi Hernández
En el espacio Deleste Loft, centrado en la música electrónica, asistimos al directo de Bearoid que ha publicado su EP «Sleep», cuatro temas que van desde el house más bailable («Land & Sea», «Winterms») al downtempo («Weekends»), todo ello envuelto en una sensibilidad pop. Dani Belenguer es conocido como el vocalista de «Right Now» de Kostrok, pero en su alter ego de Bearoid demuestra que puede hacer grandes cosas por cuenta propia. Finalizó con una versión del «Feed From Desire» de Gala.
Modelo de Respuesta Polar tomaron el testigo en el auditorio Ambar. Gran expectación de ver como defendían en casa su aclamado «El Cariño» editado por Limbo Starr este mismo año y que tan buenas críticas les ha traído. La expectación era máxima y los nervios quizá pasaron una mala jugada al inicio, con dificultades técnicas en las dos primeras canciones, que una vez subsanada y quitado la tensión inicial, hicieron que se desplegara un torrente sonoro que encandilaba, dejando una sensación de desasosiego y tristeza al acabar la actuación. Canciones tan sublimes como «Miedo» o un intenso final con «Estados de un sitio» o «La Guerra y las Faltas» buena culpa tienen.
Modelo de Respuesta Polar. Foto: Xavi Hernández
Continuaban Za! con un espectáculo ameno y divertido, rozando lo inclasificable, donde a base de buen humor y solvencia, dejaron un bolo en el auditorio patas arriba aclamando a los catalanes.
«Noche de setas», «Ibitza», «El político neoliberal», «Mi DNI, «La Rave de Dios», ¡con estos temas no puedes salir defraudado de ningún concierto de Pony Bravo! Esa mixtura de rock, ritmos latinos y aires árabes te recorre el cuerpo haciendo mover tus pies, y si les da por hacer la «Zambra de Guantánamo» con los acordes iniciales de «Here Comes The Hotstepper» de Ini Kamoze, es demasiado. La polivalencia de sus miembros queda demostrada al intercambiar instrumentos entre ellos (el guitarra con el bajista, el bajista con el batería), sin resentirse un ápice. Todo ello unido a un gran sentido del humor, como dejaron ver al presentar «Eurovegas», hicieron un gran inicio de noche en el escenario Jagermeister.
Pony Bravo. Foto: Xavi Hernández
La juventud no está reñida con la experiencia como demostraron en directo Belako, cuatro jovenes (dos chicas y dos chicos) vascos que hicieron saltar al público con unos temas oscilantes entre el rock de los 90 con un toque afterpunk, teclados new wave y mucha actitud, regurgitando todo ello de forma personal. Todavía no son conscientes de lo que pueden llegar a conseguir , son un diamante por pulir y que de momento disfrutan de la música, transmiten energía sobre el escenario y en el Deleste los esperábamos con los brazos abiertos en su primera actuación en Valencia. Los temas de su debut «Eurie» se sucedían uno tras otro con momentos intensos como «Vandalism» o «Sea Of Confusion» y otras canciones de dos nuevos EP´s así como una versión del «Sinnerman» de Nina Simone. Finalizaron de manera explosiva con «Aarean Bez», una pieza altamente inflamable. Les queda mucho camino por recorrer pero fuerza y ganas no les faltan.
Belako. Foto: Carlos Ciurana
Vuelta al Deleste Loft para asistir a los últimos compases de la actuación de BeGun, el músico barcelonés que insufla ritmos contundentes a sus composiciones atmosféricas. Sonidos ambientales que van creciendo poco a poco hasta alcanzar el clímax, temas como «Nairobi» que destacan la sensibilidad del artista sin olvidar el ritmo. BeGun es una apuesta segura por la electrónica de calidad.
BeGun. Foto: Carlos Ciurana
El plato fuerte de la noche lo ponía El Columpio Asesino, en la redacción suicida somos grandes seguidores, y la expectación era grande, y no defraudaron en absoluto, es más, dieron seguramente una de las actuaciones más contundentes del festival. Compactos y homogéneos, casi sin fisuras, desgranaron su habitual show con altas dosis de épica, donde los cortes de su último disco «Ballenas Muertas en San Sebastián» se han acoplado a su repertorio perfectamente, y aunque «Toro» sigue siendo esa bala que siempre funciona, las canciones que siguieron al setlist no hicieron más que alimentar su estatus de una de las mejores bandas actuales del panorama patrio.
El Columpio Asesino. Foto: Xavi Hernández
Los últimos valientes que aún tenían fuerzas, se quedaron a ver el show de Blutaski DJ que quemó las suelas de los fieles que aún tenían ganas de fiesta y acababan la velada con una sonrisa en la cara.
Blutaski DJ. Foto: Xavi Hernández
SABADO 25
Arrancamos con pocas horas de sueño en el Deleste Kids, la genial iniciativa para ofrecer el festival a los más pequeños para que se inicien en esto del musiqueo indie y sacar a los papás y mamás mas modernetes de su rutina habitual de parques y potitos. Con Dj Murray en la terraza poniendo temas, mientras los más peques disfrutaban de un castillo hinchable y diversas actividades, en el escenario Me and The Bees ofrecieron un precioso ejercicio de pop perfectamente sincronizado que hizo las delicias de mayores y pequeños, con una fluida interacción y canciones dulces y pegadizas. Red Buffalo, flamantes vencedores del concurso Vinilo Valencia, enseñaron a los niños y niñas que se puede hacer rock del bueno, del de antaño, del que hace sudar y bailar con melenas al viento. Toda una declaración de intenciones que no desetonó un ápice en la jornada y los papás y mamás salieron muy satisfechos.
Dejad que los niños se acerquen al rock
El folk de autor de Alberto Montero tuvo la difícil papeleta de abrir la segunda jornada del festival a temprana hora de la tarde. Difícil porque esa tarde para los futboleros se celebraba el clásico Madrid – Barça además de jugar el Valencia en casa, pero a los que el balompié nos trae sin cuidado nos acercamos al auditorio Ámbar. Montero desgranó su repertorio agarrado a su guitarra acústica junto a un acompañante con guitarra eléctrica sin estridencias, que ejerció también con las castañuelas y huevo de arena. Los temas de «Puerto Príncipe» fueron cayendo uno a uno como «El juego del olvido», así como una versión de Vainica Doble, «Caramelo de limón». Fue un inicio tranquilo de la tarde.
Acto seguido, Holzwarth desplegó su arsenal electrónico para ofrecer el pop sofisticado al que nos tiene acostumbrados desde sus comienzos con Neon Flash hace más de un lustro. En ocasiones intimista, otras más bailable, Enrique Holzwarth a la voz estuvo acompañado por un guitarrista y un teclista adicional, presentando su disco «Father Theories» dedicando el concierto a su padre fallecido, así como al padre de uno de los organizadores del festival también fallecido de manera reciente. Temas pop arropados por teclados omnipresentes como «Intermision» con la que comenzó, y ese hit que es «Mystery» agradó al público, incluso estrenando tema nuevo para la ocasión («Circles»), aunque un horario más tardío le hubiera favorecido.
Holzwarth. Foto: Xavi Hernández
De Madee no podemos tener más que alabanzas, el estallido emocional a la vez que eléctrico de sus tres guitarras llenó el auditorio a plena capacidad. Incluso si a Ramón Rodríguez se le olvida la letra de sus canciones («Hace eones que no venimos por aquí», comentó) se le perdona por la calidad que atesoran como banda. A pesar de algunos problemas con los graves que hacían crepitar los altavoces al inicio de su actuación, el concierto transcurrió emotivo con algún comentario gracioso como la idea de la canción «Polonium», con clamorosa ovación final.
Madee. Foto: Xavi Hernández
Los donostiarras Joe la Reina retomaron la gira de presentación de su último disco «Bailamos por Miedo», parando en el escenario Deleste con sus temas del citado álbum debut. Tienen más tablas en las canciones que hablando para el público, cosa que se subsana con más rodaje, pero las canciones ya las tienen, y el descubrimiento, al menos de nuestra parte, fue muy positivo.
Joe La Reina. Foto: Xavi Hernández
Abriendo el escenario Jaggermeister nos encontramos con los barceloneses Fuckin´Bollocks y su rock garagero «sixties» con influencias folk caldeando el ambiente, comenzando con «The House On The Hill» para continuar con «I´ve Been Waiting For So Long», tema que da pie a su último disco. No descubren nada nuevo, pero lo hacen dignamente.
La evolución de Polock está siendo cuanto menos fulgurante. Lejos quedan actuaciones en la sala The Mill Club (ahora La3) allá en 2009 cuando emergían, y ahora ya consolidados en el panorama nacional, respaldan su propuesta cada vez más solvente, con una numerosa cantidad de temas bailables y pegadizos. Todo ello refrendada con una fulgurante actuación donde los temas de su nuevo disco «Rising Up» no hace más que refrendar que estos valencianos no tienen techo.
La banda de Jota con Manu Ferrón, Grupo de Expertos Solynieve, es una reunión de amigos en la que se lo pasan bien interpretando canciones que van desde el flamenco pop al sonido Glasgow pasando por el country. Mucho público esperando al líder de Los Planetas y fin de fiesta con «La reina de Inglaterra» cantada por Senior como invitado en valenciano.
Grupo de Expertos Solynieve. Foto: Xavi Hernández
Por último, había expectación para ver de nuevo sobre el escenario a Nueva Vulcano tras cuatro años en barbecho, con el público volcado y haciendo pogos en las primeras filas. Realmente curioso que el público que se sabía todas las letras, ese público que no apareció en sus conciertos de Mogambo en 2005 o Picanya Rock 2007, estuviera dándolo todo en el Deleste. El hardcore melódico de Nueva Vulcano agradó a todos sus seguidores, sin apartarse un ápice del guión establecido con temas emblemáticos como «Te debo un baile» que enardecieron a las masas.
Nueva Vulcano. Foto: Carlos Ciurana
Con los Átomos DJ dando cera a los últimos valientes, acababa una tercera edición marcada por el éxito de público, 3000 personas han pasado por la Rambleta, donde según datos oficiales de la organización la presencia foránea viene atraída por unas condiciones inigualables para los que como nosotros, aman la buena música, y además el Deleste, cuida de un perfecto engranaje. ¡Hasta 2015!
Carlos Ciurana & Xavi Hernández
