Ya está aquí y viene dispuesto a repartir cuatro nuevas lecciones: hoy viernes en Andoain, mañana sábado en Madrid, el domingo en Valencia y el lunes en Barcelona. Es Chuck Prophet, que acompañado de su banda, The Mission Express, nos presentará estos días su nuevo disco, “Night Surfer”, otro eslabón en esa cadena de álbumes impactantes que lleva publicando, uno tras otro, desde hace mucho. Algunos casi dirán que desde que sacó el primero en solitario, allá por 1990, titulado “Brother Aldo” (obra reivindicada a posteriori como una de las pioneras del country alternativo). Otros acotarán la hazaña para conjugarla más en presente de indicativo y afirmarán que se subió a lo alto de la ola con “Soap And Water” (2007) y desde entonces no se ha bajado de ahí. A su manera, todos aciertan. El californiano provoca estos debates porque es uno de esos elegidos que pueden lucir frescura y poso histórico, en el segundo caso el de maestro del roots rock, pedigrí que le viene de su militancia en los 80 en Green On Red, aquel icono de lo que se dio en llamar Nuevo Rock Americano. Él, sin embargo, nunca ha vivido de aquellos réditos, incluso cuando se le iba resistiendo luego más de la cuenta el radar de la popularidad: su consuelo, que seguía siendo detectado por el de los cronistas de delicatessens. Por suerte, la tortilla se giró definitivamente con “¡Let Freedom Ring!” (2009). Un álbum superlativo del que ‘The Village Voice’ escribió: “Es el ‘Born In The USA’ de nuestros tiempos”. Tocaba reparar injusticias. Y Chuck lo captó. Por eso lo defendió en directo de la manera que lo defendió: con todo su magisterio. Cayeron crónicas encendidas (en España, una otras otra). Esa cosa llevó a otra y cuando regresó en enero de 2011 con un homenaje a “London Calling” de The Clash, dentro del ciclo We Used To Party, dobló y triplicó su público. Fue tal el éxito que repitió tour meses después, con nuevos “sold outs”. Subido en lo alto de su particular Everest sacó “Temple Beautiful” (2012), dedicado a San Francisco, la ciudad que le atrapó treinta años atrás y que se ha convertido en su casa, musa y droga. Doce canciones con el poso de Alex Chilton, The Kinks y The Clash llevado a su terreno. Otra en la frente. Regresa ahora con “Night Surfer”, una vuelta de tuerca conceptual al hijo musical que parió hace dos años. Está enchufado y no quiere frenar. Por si no hubiera suficiente carne en este asador, tendrá como telonero a Jonah Tolchin, joven veinteañero de Nueva Jersey que acaba de publicar su segundo larga duración, “Clover Lane”, el primero en el sello Yep Records. Un álbum de americana rústica y afilada, grabado con colaboradores de la talla de Steve Berlin (Los Lobos) y John McCauley (Deer Tick), confeccionado a base de canciones naturales y llenas de honestidad (las de alguien salvado por el blues cuando la adolescencia se le descarrilaba), cercanas a eso tan sencillo como difícil llamado autenticidad.
Fechas de la gira:
31-octubre – Andoain – Auditorio de Bastero
1-noviembre – Madrid – El Sol
2-noviembre – Valencia – 16 Toneladas