Crítica de discos: Passion Pit @passionpit – Kindred


Passion Pit

Kindred

Columbia Records 2015

passion pit

Aún relativamente desconocidos en nuestro país, pero comenzando a despuntar como de una de las más interesantes promesas del electro-pop americano, Passion Pit han dejado pasar el tiempo para aterrizar con el sucesor del aclamado Gossamer (2012). Ligeramente beneficiados por el pelotazo de bandas como Foster The People o Phoenix (aunque más situados en las constantes de la escena synth-popera australiana de grupos como Cut Copy), aquel album era una colección de singles incontestables y eufóricos como Take A Walk, Carried Away o Constant Conversations; el antídoto optimista con el que su líder Michael Angelakos trataba de superar los dramas de su enfermedad.

Y es que Angelakos, diagnosticado de trastorno bipolar desde los dieciocho años y que incluso ha tenido dos intentos de suicidio, se servía de la batidora colorista de Gossamer para superar sus problemas de orgullo y autoestima gracias a la ayuda de su mujer y amigos. En Kindred, en sus propias palabras un homenaje a su circulo familar y con un espíritu más positivo; se mueve entre la gratitud, el arrepentimiento y la euforía por estar vivo.

El album comienza dandolo todo con Lifted Up (1985) que es un single rompepistas e irresistible, una canción de agradecimiento a su mujer, y con coros y bases perfectamente contagiosas, se presenta como una canción de temporada en la línea de otros himnos primaverales-veraniegos de la indietrónica en la línea de Time To Pretend o Pumped Up Kicks. Esta línea es la que siguen canciones como Whole Life Story, Five Foot Ten (I) o incluso la recargada Until We Can’t (Let’s Go), con bien de falsetes y palmadas, con cierto acierto, pero cuando pasan unas cuantas canciones los mismos recursos ya empiezan a saturar.

Los excesivos momentos de euforía (y purpurina) que invaden canciones como Dancing On The Grave o My Brother Taught Me How To Swim acaban cargando y les acercan al mismo problema que tienen bandas como OK Go o Los Campesinos!, disfrutables en distancias cortas (EPs y temas sueltos) y pesaditos en las largas. Hubiera estado bien que hubieran dejado margen para más temas como Where The Sky Hangs, una balada con un punteo de bajo funk que acaba siendo de los puntos fuertes del Kindred, un album que será bastante más hypeado de lo que realmente merece, sin la inspiración pop de su antecesor aunque con ciertos temas perfectamente validos para elevar cualquier fiesta.

 Juan Pablo Reig

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