Alabama Shakes
Sound & Colour
Rough Trade Records 2015
Se viene uno de los discos vintage de la temporada. Hace tres años sorprendieron con un debut desparramado de soul y blues, Boys & Girls (2012), que contenía espectaculares temas como Hold On. Y parece que la poderosa voz de su cantante Brittany Howard, a medio camino entre interpretes clásicas como Etta James y otras más modernas como Sharon Jones o Amy Winehouse, combinada con la pericia rítmica de sus compañeros, ha contagiado a muchos por el camino (es raro ver un disco tan retro como número uno del Billboard en los tiempos que corren).
Para su album «sophomore», hablando en terminos baloncestísticos, han seguido trabajando y explotando sus evidentes cualidades para el rock sureño, y a la vez enriqueciendo su sonido con concesiones al R&B sesentero o el jazz, consiguiendo un acabado más que notable. La canción homónima que abre el disco es prueba de un crecimiento muy serio en esta banda, Sound & Color es una elegante balada soul en la que Brittany Howard va modulando su voz en cálidas secuencias al ritmo del vibráfono, y viene presentada por un videoclip totalmente Kubrick. Mejor inicio, imposible.
Son inevitables las comparaciones con Janis Joplin o Nina Simone, pero Brittany Howard es también un animal de rock’n roll directo. Para prueba, el rotundo blues Don’t Wanna Fight es una bailable pieza que no renuncia al funk más sudoroso; así como Dunes, un exquisito medio tiempo con reminiscencias a Led Zeppelin en el que sobresale el trabajo guitarrero de Heath Fogg, o la desértica Future People que es como escuchar a The Black Keys conociendo la luminosidad californiana de los mejores Red Hot Chili Peppers, acompañado de un desgarrador y conmovedor falsete. En un album hecho con tan buen gusto, donde casi todo brilla a un nivel altísimo, destaco con mayusculas la maravilla de Gimme All Your Love, una balada en la que todo suena perfecto, donde Brittany estira su registro vocal desde unos comedidos inicios hasta los rugidos angustiados del estribillo que le emparentan con Big Mama Thornthon. Por si no fuera suficiente, una instrumentación guiada iniciada por un sensual órgano Hammond que a los dos minutos y medio de canción se desboca en una exhibición de bajo (Zac Cockrell), guitarra y batería absolutamente celestial.
A pesar de alguna que otra canción más genérica (y que no obstante, también conmueven) como This Feeling, Sound & Color sigue dando jugosos y sorprendentes bocados; como en el reggae-steel guitar de Guess Who, The Greatest, la preciosa Miss You con aroma a Otis Redding, el incandescente fuego lento de Over My Head, e incluso la espacial y sinuosa Gemini, la única canción del disco que sobrepasa los cinco minutos. Total consolidación de Alabama Shakes en lo que puede ser uno de los mejores albums de este año, así como una perfecta oportunidad de introducirse en el mundo del soul.
Juan Pablo Reig