Crónica de conciertos: FIB Sábado 18 de Julio


El sábado se nos presentaba como el día clave del FIB, y las concurridas colas de camino a Benicassim no dejaban lugar a dudas. Miles de británicos tostados dispuestos a no perderse a Blur, pero también pudimos ver una gran recuperación del público español, gracias a la presencia de cabezas de cartel del lustre de Los Planetas.

Aunque cuando llegamos sobre las 19:30 (temiendo las nubes que se cernían sobre Benicassim) todavía quedaba tela que cortar, y entramos en materia con el duo valenciano Siesta!. Un cuidadísimo kraut-rock fantasmagórico con fuerte presencia de teclados ante un público medio a verlas venir (destacando especialmente Fuerza de Gravedad Absoluta), esperamos que su propuesta vaya a más y puedan conseguir algún triunfo festivalero tipo El Columpio Asesino.

La M.O.D.A. eran de los principales reclamos para las últimas horas de la tarde, y pronto comprobamos en el escenario Radio 3, que tienen todas las papeletas para engancharse al tren del éxito post-Mumford & Sons a nivel nacional. Todos en tirantes y de blanco, el tono cazallero de su cantante David Ruiz les confiere un entrañable toque tabernario a lo The Pogues. Dieron un concierto en general simpático, centrado en su último álbum La Primavera del Invierno, donde se jalearon cortes como Los Lobos (de contagioso acordeón) o Hay Un Fuego.

La M.O.D.A, Foto: Xavi Hernández

La M.O.D.A, Foto: Xavi Hernández

De pronto cayó un chaparrón levantino de estos que de vez en cuando sacuden el festival y eso nos dio la lucidez necesaria para organizarnos para los siguientes conciertos. Mientras cenábamos fuera teníamos de fondo el jolgorio que acompañaba a Hinds en su estreno FIB, llegando a reconocer entre el ruido algún tema como Bamboo.

Vi un rato de los Kaiser Chiefs, con una trayectoria floja floja en sus últimos discos, pero que aún pueden llegar a ser bastante efectivos en un festival. Sus armas se resumen en un Ricky Wilson hiperactivo que no sabe parar quieto (aunque a veces empacha) y los hits de los primeros discos. Sí, son los que estáis pensando, Everyday I Hope You Less And Less, I Predict A Riot y un Ruby, ruby, ruby que se podía oir desde Castellón.

Tras muchos años ausentes del festival que tantas veces los ha acogido, Los Planetas llegaron para reventar el escenario Las Palmas. Pocos minutos antes del concierto, había tenido la extraordinaria oportunidad de conocer a J en la zona vip, y su tranquilidad parecía indicar que estaban de buenas. Pues bien, nunca había escuchado sus temas flamencos sonar tan brutales como en aquel inicio de concierto. Abrieron fuego con una suerte de oración islámica (como llamando a sus fieles) para después ir introduciendo Romance de Juan de Osuna, y tras ella otros cortes de sus últimos albums como Si Me Diste La Espalda o Señora De Las Alturas. Inicio algo árido para neófitos, pero lleno de sentimiento y noise a cargo de Florent, especialmente en Ya No Me Asomo A La Reja, acompañada de psicodélicas proyecciones.

Los Planetas, Foto: Xavi Hernández

Los Planetas, Foto: Xavi Hernández

Corrientes Circulares en el Tiempo sirvió para cerrar esta etapa más reciente y empezar a desgranar los hits de los granadinos, de una manera muy natural. Santos Que Yo Te Pinté deparó uno de los momentos más mágicos de toda la noche, con un J desgarrado y tocando a la emoción de todos los presentes, que coreábamos hermanados su estribillo. Aunque se acabaron de coronar cuando, tras una brillante Segundo Premio, invitaron a Gaizka Mendieta para que tocara un gol realmente increible, en uno de los himnos por derecho del indie español Un Buen Día. Para cerrar, traca final con Alegrías del Incendio, la inmediatez de Pesadilla En El Parque de Atracciones y la nostalgia acumulada en De Viaje.

Ya estábamos todos dando vivas al FIB, cuando empezaron a retocar el escenario principal, y el atrezzo de los helados presagiaba otro concierto memorable. Blur no tocaban en Benicassim desde que presentaron Think Tank en 2003, y si en aquel momento parecía un grupo en descomposición, nada más comenzar los primeros acordes de Go Out pudimos ver a los de Colchester como una banda de colegas, perfectamente sincronizados. Cada uno en su rol; Dave aplicado y silencioso a los motores de la batería, Alex de garbeo inconfundiblemente pasota, Graham notable en sus requiebros guitarreros y tierno cuando le tocaba el protagonismo del micrófono, y Damon comiéndose la noche a bocados como el gran frontman que es.

Blur. Foto: Xavi Hernández

Blur. Foto: Xavi Hernández

Salvo algunos titubeos en ciertas canciones, sonaron rotundos, muy seguros de la valía de su nuevo disco The Magic Whip, del que destacaría el buen recibimiento de Lonesome Street (como si fuera un tema de Parklife) y la conseguida interpretación de Thought I Was A Spaceman. Pero nada comparable a como fueron coreados todos y cada uno de sus greatest hits; el primer sello fue dejado por los inconfundibles guiños madchester de There’s No Other Way. Otros momentazos vinieron con Tender (cantada a grito pelado por el público), Parklife (en la que Damon subió a una chica emocionadísima a cantar con él), el pogazo brutal de Song 2 o la esplendida This Is A Low. El bis, la bala en la recamara de Blur, nos deparó para cerrar Stereotypes, Girls And Boys y una The Universal preparada para que todo el mundo inmortalizase el espectáculo vivido.

Con ganas de que no acabara la noche, fuimos a unas cuantas sesiones a quemar zapatilla, y tras tastar primero a Tiga y luego a The Zombie Kids (demasiado caché para el escaso ratito que estuvieron pinchando), finalmente dimos con una sesión de Sunta Templeton; que a base de éxitos reconocibles de Nirvana, The Strokes o MGMT, agitó todas las fuerzas que nos quedaban hasta el amanecer.

Juan Pablo Reig

Fotos: Xavi Hernández

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