Crónica de conciertos: FIB Viernes 17 de Julio


Llegamos a la jornada del viernes con mucha ilusión, aunque también sudando a chorros. Es desde luego realmente admirable que haya bandas batiéndose el cobre sobre el escenario a horas tan intempestivas como las 19:45, luchando contra un sol implacable, como les pasó a Elsa de Alfonso y Los Prestigio en el escenario Redbull Fibclub. Su propuesta de pop tropical nos acompañó brevemente mientras comenzábamos a ubicarnos en el festival.

La primera grata sorpresa de la tarde-noche la protagonizó Hamsandwich. Esta banda irlandesa relativamente desconocida cuenta con una cantante, Niahm Farrell, que recuerda por su energética presencia a Maja Iversson de The Sounds. Entre ella y el guitarrista se repartieron los focos dejando contento al respetable, con toques Arcade Fire en su propuesta sin llegar a sus cotas más épicas.

Tras el pertinente descanso para cenar, algunos nos animamos a escuchar a Jamie T en un escenario Las Palmas desbordado de británicos. Pop bailable y ligerito, ideal para la chavalada que estrena festival por primera vez en su vida, en la onda de bandas como The Pidgeon Detectives. Algo de diversión en temas como Sticks’N Stones y a otra cosa.

Palma Violets. Foto: Xavi Hernández

Palma Violets. Foto: Xavi Hernández

Estaremos de acuerdo con que Palma Violets no va a inventar la rueda y que se les puede comparar con mil y una referencias (The Libertines los primeros, los juegos de voces entre Sam Fryer y Chilli Jason recuerdan por momentos a los de Doherty y Barat). Pero la actitud también puntúa y en este sentido no se dejaron nada, con Sam Fryer ataviado de sombrero porkpie y encarando las canciones con garra contagiosa. Presentaron su reciente disco Danger In The Club, pero los temas más celebrados fueron los de su debut, destacando algunos como We Found Love (no confundir con la de Rihanna) y la garagera Best Of Friends, digna de los primeros Strokes.

En esta web somos Team Oasis hasta la médula, así que lo siguiente estaba más que claro. Acudir a hacerse hueco en un escenario Redbull repleto de chavales que gateaban cuando aquello del Britpop, junto a cuarentones con muchos kilómetros a sus espaldas, todos esperando en comunión la entrada en escena de Noel Gallagher y sus High Flying Birds.

Arrancó comedido con Everybody’s On The Run, pero poco a poco fue dejando entrever la garra que encierra Chasing Yesterday. Este hombre parece rejuvenecer en Benicassim, donde se motiva casi tanto como si tocara en su Manchester natal, y sorprendió con una puesta en escena más rockera de lo esperado (proyecciones audiovisuales incluidas). Un sonido buenísimo que relanzó a altas cotas temas como Dream On (apoyado por una sección de trompetas) o The Mexican, y que singles medianos como In The Heat Of The Moment sonaran a gloria. Aunque cuando las emociones realmente se desbordaron fue cuando sonaron los primeros acordes en acústico de Champagne Supernova, un autentico privilegio poder corear con tantas personas distintas aquel himno de los noventa.

Noel Gallagher. Foto: Xavi Hernández

Noel Gallagher. Foto: Xavi Hernández

Quizás se le pueda acusar de conservador a la hora de elegir su setlist, refugiándose en sus queridas caras B de Oasis cuando su material en solitario es cuanto menos digno, pero son peros menores cuando cuentas con canciones atemporales. Don’t Look Back In Anger es definitivamente una de ellas, y el FIB el lugar adecuado para vivirlas.

Tras las emociones vividas, un breve acopio de fuerzas para vivir a los cabezas de cartel del viernes.  A pesar de su intermitente trayectoria en los últimos años, The Prodigy supieron como convertir el escenario Las Palmas en una rave de considerable exigencia física. Abrieron con uno de los mejores trallazos de The Fat Of The Land, la oscura y efectiva Breathe; y supieron darle una acertada secuenciación a su concierto con Nasty y los inconfundibles beats chillones de Omen, para la cual ya estábamos todos chopados de saltar y botar como locos.

Lo más irritante fueron los continuos baños de masas de Keith Flint engorilando al personal a base de «fuckin’ people» (Voodoo People dio para muchas muestras de ello), así como que a veces el batiburrillo electrónico quedaba muy por encima de los matices punk o industrial de sus temas, pero en general sonaron poderosos. Bailamos sin parar balas del calibre de Firestarter o Smack My Bitch Up, y cerraron con un tema como Take Me To The Hospital, cuyo nombre ya lo decía todo, dejándonos exháustos y doloridos pero con un buen sabor de boca.

Acabamos (los que pudimos) la noche bailando con Ley Dj, con una sesión llena de hits recientes, hasta que pedimos la hora y cerramos el chiringuito para estar frescos para el sábado.

Xavi Hernández, Miriam Freixas y Juan Pablo Reig

Fotos: Xavi Hernández

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