Tame Impala
Currents
Modular Recordings 2015
Se debe estar dispuesto a arriesgar para expresarlo todo, decía John Cassavetes. No ha sido esto nunca un problema para un enamorado de la psicodélia como Kevin Parker, pero no era suficiente. Emulando al animal más arquetípico de su país natal Australia, el canguro, se ha desplazado a saltos a una velocidad tan rápida que ha dejado prácticamente atrás los recovecos del exitoso Lonerism.
Tame Impala me impactaron desde que les vi defender en el Fib hace cuatro años su debut Innerspeaker. En aquel momento sonaban a una reencarnación de los Beatles (de Rubber Soul en adelante) conociendo a Pink Floyd a través del compás nervudo de unos Grateful Dead. Encajaban muchas piezas, desde luego, pero faltaba la de la concreción pop. Tampoco hay que llevarse a engaños pues dificilmente Currents podrá ser recordado como un disco fácil, pero la colaboración con Mark Ronson en el celebrado Uptown Special y los primeros adelantos han supuesto un cambio de tercio de los que dividen a la ortodoxia rockera.
Yo también me llevé las manos a la cabeza la primera vez que escuché Let It Happen, y sin embargo, a cada escucha atrapa más. Un tema ambicioso que comienza con unos desquiciados beats de corte electro para ir envolviéndote con un colchón de efectos prestados directamente del synth-pop de corte francés, y atravesando nubes, entronca en su recta final a sus paisanos Caribou con el vocoder de Daft Punk, sin descuidar las guitarras con un riff totalmente pegadizo. Un gran tema, y que para nada se hace largo en sus casi ocho minutos de duración.
Lo que viene después es mucho menos revolucionario, tan solo el ya archiconocido cambio de chaqueta guitarras por electrónica de toda la vida, con especial fijación por el funk y el r&b ochentero. Incluso hay veces que estos nuevos Tame Impala se encuentran increiblemente cerca de anatemas del rock como los Bee Gees. Hay canciones de este tipo bien construidas, como The Moment, introducida con palmadas y de jugosa percusión, o el leve arrebato funky de Disciples, entre Ariel Pink y Prince. Luego tenemos algunas baladas azucaradísimas que hay que reconocer que no están mal (Eventually, Yes I’m Changing), pequeños sorbo del sonido Lonerism (Reality In Motion), y también relleno totalmente desechable como Nangs, Love/Paranoia o la insoportable Past Life (¿cuantas veces se ha hecho en los últimos años este tipo de canción?).
Definitivamente de Currents, junto a Let It Happen, me quedaría con otros dos temas destacados. Cause I’m A Man es una notable balada, una vaporosa canción derrotada que podría haber firmado Michael Jackson en su etapa más exitosa. Y The Less I Know The Better es un rotundo sí a esta adhesión a la disco, vaya bajo y menuda interpretación, emocionante. Ahora el reto de Kevin Parker es conseguir aunar estas pinceladas de calidad con un material más compensado para lograr ese gran disco al que parece llamado.
Juan Pablo Reig