Zola Jesus (nombre real, Nika Roza Danilova) nos visitará a finales de octubre. Primero pasará por Barcelona el día 29 (en Razzmatazz 2; este concierto formará parte de la programación del 15ª aniversario de la sala) y el 30 por Madrid (en Taboo; una actuación incluida en el ciclo 981 Heritage SON Estrella Galicia). Esta estadounidense de origen ruso revitalizó, recién entrada en la veintena, la facción gótica del electro-pop con primer paso discográfico, el LP “The Spoils” (2009), cuya música industrial en plan lo-fi la llevó a copar blogs y a salir del underground para girar, entre otros, con Fever Ray y The xx. Pero fue su segundo álbum, “Stridulum III” (a su currículum hay que añadir cuatro EPs y tres “split albums”), publicado en agosto de 2010, el que dio el golpe de mano, expresándose con una consistencia que impactaba, llena de tensión. Sobre una ola sintética oscura que se lo debía todo a los 80 y mirando al presente con una batería y un bajo que habrían llenado de orgullo a These New Puritans, Danilova entonaba fantasmales llamadas de una sirena que era, a partes iguales, Siouxsie Sioux (una influencia suya indudable) y Liz Fraser de Cocteau Twins. El resultado: una especie de Lady Gaga, en versión indie, para los fans de la saga ‘Crepúsculo’.
En septiembre de 2011 llegó su tercer disco, “Conatus”, donde su oscuro melodrama mostraba más nihilismo en la ejecución y también mayor claridad sonora por la vía de una electrónica distante. Alcanzó el número 6 en listas dance de USA, el 7 en la de nuevos artistas rompedores (“heatseekers”) y el 30 en la de indie. Establecida y consolidada: aquel año, además de caerle su primera portada , la de ‘The Fader’, colaboró como vocalista en una canción para M83 (“Intro”) y al siguiente en otra para Orbital (“New France”). Desde entonces ha publicado dos LPs más: “Versions”, en agosto de 2013, y “Taiga”, en octubre de 2014. Del primero se escribió en ‘The Wire’ que era “su proyecto más efectivo hasta la fecha”. Se trataba de un intento (conseguido) de desenganchar y despojar a su art pop de su “denominación de origen”, esa especie de electrónica apocalíptica de ruido blanco, para llevarlo a terrenos más íntimos y afectuosos, como de pequeñas sinfonías. Del segundo, de momento su último trabajo, se dijo en ‘The 405’ que “así suena una artista cuando madura, descubre una confianza que tal vez nunca supo que tenía y regresa, revitalizada”. Es su obra más cercana a lo que podríamos llamar “mainstream”, la más aventura pero también la más accesible.
Fechas de la gira:
29 octubre – Barcelona – Razzmatazz 2 (15º aniversario de Razzmatazz)
30 octubre- Madrid – Taboo (981 Heritage SON Estrella Galicia)