El prolífico cantautor escocés Alasdair Roberts será el encargado de telonear a Joanna Newsom el 4 de noviembre en la sala de Barts de Barcelona, en el único concierto de su gira europea que la estadounidense dará por estos pagos, y que le servirá para presentar su próximo disco, titulado “Divers” (Drag City) y que se publicará el 23 de octubre. Decimos prolífico al referirnos a Roberts porque lleva un trienio de mucha constancia productiva. A saber: en 2013 sacó con su grupo Alasdair Roberts & Friends el álbum “A Wonder Working Stone”, además de otro en colaboración con el poeta Robin Robertson. En 2014, turno para “At Our Next Meeting”, en el que con su proyecto paralelo, la banda Furrow Collective, se marcó una muy recomendable colección de tradicionales baladas de folk. Y este enero, turno para otro trabajo más, este firmado y bautizado solo con su nombre y cosechando una estupenda recepción, como la crítica que en ‘Uncut’ apuntó que es “otra excelente entrega de un artista consumado en pleno control de su arte”, mientras que en Pitchfork se dijo que “aunque toda la música de Roberts, incluso la más tradicional, ha sonado siempre única e íntima, pocas veces lo ha hecho de manera tan personal”.
Por su parte, de Joanna Newsom solo podemos decir que estamos ante uno de los nombres más atractivos de lo que podríamos llamar indie-folk, si nos ponemos puntillosos con las etiquetas, pero que en realidad es alguien cuya música trasciende definiciones. Porque sus canciones, personales, lúcidas y libres, así lo requieren y reclaman. Son un punto y aparte. Y para muestra qué mejor que dos botones bien recientes: los dos temas de avance de su próximo disco, las canciones “Sapokanikan” y “Leaving The City”, hechas públicas en agosto y septiembre, respectivamente, que anticipan que su inminente LP va a mantener el listón tan alto como lo dejaron los precedentes. Haciendo memoria, cabe recordar que la aproximación al folk de esta californiana empezó siendo una suerte de machihembrado entre la herencia del bluegrass y los Apalaches y la vanguardia contemporánea y el pop barroco, todo ello con el arpa como presencia icónica y relevante y un trasfondo de sólida formación en música clásica.
A partir de ahí, y con composiciones entre lo complejo y la inocencia, empezó a llamar la atención con su primer LP, “Milk-Eyed Mender” (2004) -antes había publicado dos EPs caseros, “Walnut Whales” y “Yarn And Glue”-, aunque el que provocó un verdadero shock fue el segundo, “Ys” (2006). Para nada fácil de catalogar, con arreglos de Van Dyke Parks, una orquesta de treinta músicos y Steve Albini y Jim O’Rourke implicados en su elaboración, “Ys” no perdía en la comparación con su debut (a saber: profundo, atemporal y fresco), pero es que además alcanzaba una dimensión épica y aventurera superior, menos rural, más absorbente aún, con canciones entre los siete y los dieciséis minutos de duración. Cuatro años después -con el EP “Joanna Newsom And The Ys Street Band” (2007) como transición- apareció el triple “Have One On Me”, sin la majestuosidad de “Ys”, más espartano, pero no menos surtido de ideas e imaginación. En 2011 sacó el EP “What We Have Known” y el 23 octubre, como decíamos en el primer párrafo, verá la luz “Divers”.
