El pasado sábado el Cine Modelo de Zarautz acogió, dentro del ciclo Gaztemaniak, la primera de las cinco actuaciones que el estadounidense Ezra Furman va a ofrecer estos días por nuestra geografía. Zaragoza (domingo), Madrid (lunes), Valencia (martes) y Barcelona (miércoles) serán las otras paradas de un tour que dará prioridad a las canciones de su último trabajo, “Perpetual Motion People” (Bella Union / Pias), su sexto LP, publicado en julio de este año. Punk, folk, garage y power pop son los ingredientes de la mezcla que Furman introduce en su tubo de ensayo. El resultado, una pócima deliciosa -para bebérsela rockeramente- sobre esa angustia que llega tras la adolescencia, que le ha valido numerosas comparaciones, todas justificadas, suene eso exagerado o no mientras lo estás leyendo, y aquí hay que citar a Violent Femmes, Jonathan Richman, New York Dolls, Jay Reatard… Hasta a un imaginario y joven Bruce Springsteen con los labios pintados de rojo (ni que fuera para intentar no parecer tan normal). Ese es su listón. Y, avisamos, su directo, fogoso, divertido y cargado de argumentos, no se queda por debajo.
Su música, afín a la crudeza y al desgarro sentimental, ofrece ese tipo de exhalación y disfrute sin abstracciones, inmediatos, que se meten en el sistema nervioso. Hace veintiocho años que Ezra vino al mundo en Chicago y lleva nueve trabajándose una carrera con galones, pues en 2006 ya sacó la cabeza, con The Harpoons como banda de soporte, con el autoeditado “Beat, Beat, Beat”. Lo grabaron en habitaciones, pero aquello le bastó para que captara todo su potencial el productor Brian Deck (Modest Mouse, Iron And Wine), que los metió en un estudio. De ahí salió “Banging Down The Doors” (2007). Con la mecha encendida, Furman componía sin parar y al año siguiente ya sacó “Inside The Humand Body”. Argumentos suficientes entre los tres títulos para que lo subieran al podio de los “nuevos Bob Dylan” -otra comparación más-, aunque a diferencia del 99 por ciento de estos, en su caso los comentarios confesionales y las extravagancias narrativas sí conectaban con cierto tuétano de Mr. Zimmerman. Tras un último trabajo con The Harpoons en 2011, en 2013 decidió volar firmando solo con su nombre (aunque sin dejar de tener grupo de apoyo: el nuevo, The Boyfriends) y publicó dos trabajos en menos de doce meses, “The Year Of No Returning” y “Day Of The Dog”. “¿Dónde ha estado escondido Ezra Furman? Ya en su quinto álbum (aunque el primero con The Boyfriends como banda de estudio), el de Chicago ofrece una toma, facción harapienta, de aquel rock de carnaval de New York Dolls, los Ramones de la era Phil Spector y la E Street Band, y revela su talento para las melodías de vuelo libre servidas como si fueran un animal atropellado. Una gema inesperada”, escribieron del primero de ambos en el ‘NME’. ¿Quieres saber qué han dicho ahí de “Perpetual Motion People”? “Desde el pop beat del primer tema al gospel del último, una constante sorpresa, un implacable placer melódico”.
31 octubre – Zarautz – Cine Modelo (Gaztemaniak)
1 noviembre – Zaragoza – Las Armas
2 noviembre – Madrid – El Sol
3 noviembre – Valencia – La Rambleta
4 noviembre – Barcelona – Sidecar