Uno de los conciertos más esperados de la temporada otoñal ya está aquí: el que mañana ofrecerá Joanna Newsom en la sala Barts de Barcelona, acompañada de su inseparable arpa y con el escocés Alasdair Roberts ejerciendo de telonero. Una actuación que forma parte de un reducido tour europeo que solo consta de siete fechas, siendo la de la Ciudad Condal la única que nos ha correspondido (el resto de ciudades por donde pasará son Manchester, Brighton, Berlín, Utrecht, París y Londres). La estadounidense viene a presentar su nuevo disco, “Divers” (Drag City / Popstock), que salió hace muy poco, el 23 de octubre, pero que no ha necesitado más días para convertirse en un reguero de aplausos y cosechar un prodigioso consenso. Ochos largos, nueves y hasta dieces se acumulan a la hora de calificarlo en las reseñas que se están publicando a ambas orillas del Atlántico.
Precisamente, uno de esos textos coronados por un diez, el que le otorgó ‘Drowned In Sound’, apunta que estamos ante su disco más amable y con una inmediatez más absorbente. Es decir, y resumiendo, que la nota media anda por las nubes y el placer de su disfrute está servido y encima es de los que se deja paladear, al menos para los estándares de Joanna, nunca la segunda de nadie y siempre extraña, especial y alusiva. En este caso, el de “Divers”, ha optado (en palabras de NME) “por una maravillosa mezcla de country, pop y rarezas líricas” con la que ha vuelto a sorprendernos gracias a su (y ahora turno para las palabras de Pitchfork) “incesante y renovada sensibilidad para las vicisitudes de la vida y los fantásticos caminos que encuentra para expresarlas”.
Echemos la vista atrás. Al referirnos a Joanna citamos uno de los nombres más atractivos de lo que podríamos llamar indie-folk si nos ponemos puntillosos con las etiquetas, aunque en realidad su música trasciende definiciones, por personal, lúcida y libre. Por ser punto y aparte. La aproximación al folk de esta californiana empezó siendo una suerte de machihembrado entre la herencia del bluegrass y los Apalaches y la vanguardia contemporánea y el pop barroco, todo ello con el arpa como presencia icónica y relevante y un trasfondo de sólida formación en música clásica. A partir de ahí, y con composiciones entre lo complejo y la inocencia, empezó a llamar la atención con su primer LP, “Milk-Eyed Mender” (2004) -antes había publicado dos EPs caseros, “Walnut Whales” y “Yarn And Glue”-, aunque el que provocó el shock fue el segundo, “Ys” (2006). Para nada fácil de catalogar, con arreglos de Van Dyke Parks, una orquesta de treinta músicos y Steve Albini y Jim O’Rourke implicados en su elaboración, “Ys” no perdía en la comparación con su debut (a saber: profundo, atemporal y fresco), pero además alcanzaba una dimensión épica y aventurera superior, menos rural, más absorbente, con canciones entre los siete y los dieciséis minutos. Cuatro años después -con el EP “Joanna Newsom And The Ys Street Band” (2007) como transición- llegó el triple “Have One On Me”, sin la majestuosidad de “Ys”, más espartano, pero no menos surtido de ideas e imaginación. En 2011 sacó el EP “What We Have Known” y ahora ha llegado el turno de “Divers”.
Miércoles 4 noviembre JOANNA NEWSOM + Alasdair Roberts – Barcelona – Barts