Bob Geldolf & The Boomtown Rats y Nick Lowe, en marzo en San Sebastián


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Dos nombres que han dejado fuerte huella en el devenir del pop británico desde la segunda mitad de la década de los 70 pasarán por San Sebastián el mes de marzo. Son Bob Geldof, al frente de los Boomtown Rats (el día 26), y Nick Lowe, que actuará en solitario (el 27). Ambos dentro del Zubiak Festibala. Siguiendo el orden cronológico de ese par de visitas, empezaremos por Geldof y los suyos, irlandeses que iniciaron su andadura conjunta en 1975 como banda agresiva y enérgica, lo que podríamos llamar punk, aunque fueron abriendo el abanico de sus influencias, sin dejar de provocar. Ahí entraría en danza su gran himno, “I Don’t Like Mondays”, número uno en UK en el verano del 79 y uno de esos hits radiofónicos imperecederos. Pero ni surgían de la nada ni eran la típica banda de un solo éxito y disolución: cabe recordar que el año anterior, con “Rat Trap”, ya habían llegado a lo más alto de las listas británicas, y que colocaron más singles en el Top 40 a partir de su canción “contra los lunes” (“Diamond Smiles”, “Someone’s Looking At You”, “Banana Republic”, “The Elephant’s Graveyard (Guilty)”, “House On Fire”). Todo cambió, para amplificarse en plan transnacional, cuando en 1984 Geldof, inspirado por un documental sobre la hambruna en Etiopía, escribió “Do They Know It’s Christmas?” (con Midge Ure, de Ultravox), que acabó siendo el sencillo británico más vendido. A partir de ahí Geldof se convierte en icono global, promoviendo proyectos benéficos de enorme repercusión mediática (en los 80 los conciertos Live Aid, en los 90 los Net Aid, este siglo los Live 8…), hasta tal punto que incluso fue nominado al Nobel de la paz y su biografía “Is That It?” llegó a superventas. En paralelo a su labor como activista social, decidió emprender una carrera musical en solitario en 1986, que hasta el momento ha producido cinco álbumes, el último “How To Compose Popular Songs That Will Sell” (2011). En 2013, tras veintisiete años de parón, volvió a activar The Boomtown Rats y a girar con ellos.

Por lo que respecta a Nick Lowe, su debut en solitario data de 1978, cuando sacó sus dos primeros discos, “Jesus Of Cool” y “Pure Pop For Now People”. Ahí demostró que era más que un icono de ese pub rock (fue líder de los seminales Brinsley Schwarz) que tanto influyó en los inicios del punk-rock, y también más que un productor de primera (labor que desempeñó en los cinco primeros álbumes de Elvis Costello, marcando a fuego la new wave; también realizó el mismo rol en trabajos de The Damned, The Pretenders, Graham Parker, Dr. Feelgood…). Porque en aquel par de obras iniciales a su nombre ya estaba la esencia del que ha sido su juego a largo plazo: el pop adhesivo de tres minutos, con el sello del rock’n’roll, conducido por su innato sentido melódico y salpicado con aplicaciones de su sentido del humor. Ejemplo: “Cruel To Be Kind”, su mayor éxito en listas, que en 1980 se alzó hasta el # 12 en USA y UK. Otro par de canciones suyas bien conocidas son “(What’s So Funny About) Peace, Love And Understanding” -que popularizó Costello- y “The Beast In Me”, esa que su ex suegro Johnny Cash le pidió prestada para que ejerciera de epicentro de su álbum de 1994 “American Recordings”, el de su regreso acústico de la mano de Rick Rubin (tanto le gustó a Mr. Cash esa canción que luego grabó varias composiciones más de su ex yerno). Un regreso, el de Cash, parecido al protagonizado por el mismo Lowe a partir también de 1994, cuando sacó el disco “The Impossible Bird”, inaugurando una vía de reinvención como “crooner” maduro y maestro de palabras sabias. Y así sigue, con capítulos de ese período como “At My Age” (2007) y “That Old Magic” (2011) entre los discos más exquisitos de los últimos años. Clase.

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