Iniciamos la última jornada del festival en el escenario Las Palmas a pleno sol con Fidlar y su punk vitaminado con el que realizaron una actuación bestial con pogos entre el público. Los californianos empezaron con «Sabotage» de los Beastie Boys pasando por la adrenalínica «Cheap Beer» y la melodía de «Max Can´t Surf», siguiendo en la misma línea hasta el final. Bajamos las revoluciones con los catalanes Doble Pletina y su pop delicado que nos recuerda a La Buena Vida, interpretando temas de sus dos discos como «Música para cerrar las discotecas» o «Electrobolero», con la que finalizaron su actuación en el FIB Club con un sonido que dejaba mucho que desear, no por la banda sino por la acústica de la carpa. En el escenario principal se desenvolvían Catfish and the Bottlemen, nuevo hype de la temporada británica y que seguro que vuelve por estos lares, pero su propuesta nos pareció insulsa e insustancial y acabamos cambiando de tercio.
Nos encontramos a los Chicano Bulls en la carpa FIB Club, grupo formado por Los Nastys y The Parrots, que conjugando temas de ambas bandas (mención especial a «No me gustas, te quiero» con las Hinds en primera fila), hicieron un mix de rock gamberro y garage que dió como resultado bailes, pogos y una sensación muy positiva.
Uno de los conciertos que más ganas teníamos eran Young Fathers los cuales ofrecieron uno de los shows de la noche, el trío de Edimburgo destila clase por todos los lados y temas como «Shame», «Get Up» o «Low» hicieron que salieramos con una sonrisa en la cara y las caderas doloridas de bailar. Llegamos para ver a unos The Maccabees que se permiten recuperar temas con la urgencia de su primer disco («X-Ray») para seguir con la fórmula edulcorada de lo más reciente, como la balada «Kamakura». Un espectáculo aséptico muy del gusto británico que nos dejó indiferentes.
El show de los The 1975 llenaba las primeras filas del escenario Visa que atronó cuando el cuarteto de Manchester apareció en escena y se volvió patas arriba a cada contoneo de su hiperactivo cantante Matthew Healey. Su indie rock no aporta nada nuevo, pero su nuevo disco «I like it when you sleep, for you are so beautiful yet so unaware of it» tiene canciones apañadas y la banda supo llevarlas correctamente al directo.
Llegamos justos para uno de los regresos más emotivos del festival, los míticos Chucho liderados por el incombustible Fernando Alfaro han regresado este año con nuevo disco bajo el brazo «Los Años Luz» pero cerraron su actuación con la deliciosa «Magic» recordando viejos tiempos.
El cabeza de cartel de la noche, Kendrick Lamar salió a escena de manera muy espartana, un cartel sobre el escenario rezaba la frase «How much a dollar cost?» y con 10 minutos de retraso, de los pocos de esta edición, y su salida vino acompañada de un griterío ensordecedor y un público muy entregado con el autor de uno de los discos del año pasado. A base de una solvente banda de acompañamiento fueron cayendo temas como «Institutionalized» o «Backseat Freestyle» para acabar con la potencia de «Alright» y refrendando que un artista de este estilo es capaz de encabezar una jornada de clausura del FIB.
Tercera visita de Dj Shadow al FIB, como recordó él mismo al inicio de su actuación, aunque esta vez relegado al escenario VISA. Con disco nuevo bajo el brazo, «The Mountain Will Fall», dio comienzo con la titular del álbum, además de interpretar otras como «Nobody Speak» o «The Sideshow», y recuperar canciones como la celebrada «Six Days» y el «Organ Donor». En el live incluyó scratching y percusión electrónica, proyectando visuales en una pantalla durante su actuación.
Cerrando el escenario Las Palmas, Massive Attack ofrecieron su mensaje político y social proyectando en una pantalla de LEDS mensajes contra el terrorismo (Je suis Charlie, Je suis Niza) y noticias (como el fallecimiento de Alan Vega) que el publico recibió con ovaciones. Contaron con la intervención de Young Fathers en varios temas, mientras el sonido rocoso retumbaba en nuestros oídos con ese «Inertia Creeps» infalible. Para cerrar contaron con Deborah Miller interpretando «Unfinished Sympathy», en un concierto donde los de Bristol demostraron que siguen vivos y coleando.
Tras el vals con el que cerró de nuevo el escenario principal, gastamos los últimos cartuchos en la sesión del británico Daniel Avery, bastante lineal y monótona, pasando a despedirnos con Aldo Linares y su ecléctica sesión en la que cabe desde KC & The Sunshine Band hasta KAsabian.
Carlos Ciurana & Xavi Hernández
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