El sábado se preveía como la jornada más multitudinaria. La organización había enmarcado esta jornada como la más especial y el grueso de su cartel de ese día se había vendido de esa manera. Muse y Disclosure eran los platos gordos y las colas de camino al recinto adivinaban un éxito organizativo. Pero no solo de esos dos nombres íbamos a vivir esta jornada, puesto que el cartel para este día presentaba suculentos platos en el menú y nosotros degustamos con tino. De inicio nos acercamos a ver a los argentinos Cápsula, afincados en territorio patrio, defendieron un precioso homenaje a David Bowie interpretando su version de “The Rise And Fall Of Ziggy Stardust & The Spiders From Mars”, álbum editado en 1972, al que rebautizaron como “Dreaming Of Ziggy Stardust”. Bajo un sol de justicia supieron llevarse a su terreno tan magno homenaje de manera contundente, rock en estado puro.
Una de las primeras joyas escondidas fueron La Femme. Los franceses beben de una mezcolanza de estilos que van desde la psicodelia, electro, el punk y un rock oscuro y denso, que remataron con su brillante tema «Sur La Planche 2013» de su disco “Psyco Tropical Berlin”. Quisimos ver un rato a Ramirez Exposure, destacado cada vez en la escena valenciana, y es que el proyecto liderado por el polifacético Victor Ramírez se ha rodeado de artistas de enjundia como Jordi Sapena (La Habitación Roja/Tortel) y defendieron con maestría su disco “Book of Youth”, uno de los lanzamientos del año pasado sin duda. La banda cántabra afincada en Madrid Baywaves mostraron su rock psicodélico con temas en que se van añadiendo capas de guitarras hipnóticas y melodías lisérgicas. Con tan sólo un EP, «Only For Uz», y un puñado de demos previas, el cuarteto está ocupando un puesto en la escena nacional por méritos propios. La presencia de Zahara demuestra el aperturismo y el alejamiento de la faceta más indie hacia sonidos más mainstream, y la ubetense no defraudó, apoyada en una solvente banda y con temas como «Merezco» o una sorprendente versión de Nueva Vulcano «Te Debo un Baile» se ganó a la mayoría de público.
The Coral sacaron a relucir el lado más lisérgico de su sonido y con un comienzo denso y oscuro con temas como «Miss Fortune» o «Chasing the Tail of a Dream» fueron apabullando hasta acabar con la celebre «Dreaming of you». La actuación de Echo & The Bunnymen tuvo su armazón en los éxitos de siempre, con un Ian McCulloch que sigue conservando su tono de voz peculiar. La calidad que atesoran sus composiciones no puede quedar en entredicho, de ahí la retahila de hits con la que nos obsequiaron, empezando con «Rescue», pasando por «Nothing Lasts Forever» y su recitado del «Walk On The Wild Side» de Lou Reed, y terminando con Lips Like Sugar». Una banda que ha sobrevivido a su época.
El plato gordo de la noche recaía sobre los excesivos Muse, no son santo de devoción en demasía en la redacción suicida. Su propuesta está hecha para estos grandes eventos y ahí se desenvuelven como pez en el agua. Su actuación estaba prevista para 2 horas y la dejaron en una hora y media larga que poco pareció importar al público que coreó hasta la última letra y riffs de guitarra. Apoyados en su setlist de los últimos discos, sobre todo el irregular «Drones» de la que tocaron hasta 5 temas incluido Undisclosed Desires tema que debutaba en esta gira. Lo que hacen lo hacen bien, no nos vamos a engañar, saben ganarse al público y aunque tienen un ego del tamaño de un elefante, sus fans acabaron satisfechos y nosotros vimos lo que son, un gran espectáculo. Mientras unos resolutivos The Kills estuvieron a la altura a pesar de coincidir en horario con Muse para despachar sus dosis de rock y poses de la carismática Alison Mosshart, un animal de escena, y el guitarrista Jamie Hince. Empezaron fuerte con «No Wow» y «Ura Fever», con un solo lunar en su actuación, el apagón de más de 3 minutos que sufrieron los anglo-americanos pero que solventaron los técnicos con rapidez. Otro de los grandes momentos del festival.
Soledad Vélez lidió con horario intempestivo (solapada con Muse y The Kills), pero la chilena, aunque valenciana de adopción destacó son su nueva faceta electrónica, dejando su poso más folk y melancólico de antaño, que ha adoptado con su brillante nuevo disco «Dance and Hunt», un disco evocador de oscuridad, eclecticismo y salvajismo, que defendió de manera ejemplar con su ya inseparable Jesus de Santos (ex Polar) a la guitarra y Luis Torregrosa a la bateria. El nuevo álbum de Delorean , «Muzik», fue la banda sonora de su breve concierto, con los sonidos elegantes que ofrecen en directo un mayor empaque. Interpretaron sus dos adelantos, «Muzik» y «Contra», con un excelente sonido, para cerrar con el «Destitute Time» (del anterior disco «Apar») y una versión de «Deli» con intro del «Tracey In My Room», una versión que ya habiamos escuchado en alguno de sus conciertos.
El cierre del escenario Las Palmas tuvo lugar con Disclosure, el dúo británico formado por los hermanos Guy y Howard Lawrence que con su colección de temas house fueron subiendo de revoluciones el concierto. Los dos álbumes publicados dieron paso a canciones como «White Noise», «F For You», «When A Fire Starts To Burn», «Holding On» o «Boss» de su reciente EP, aunque al final tiraron por canciones más melodicas cerrando con «Latch». En el escenario VISA cerraron los conciertos los franceses Breakbot con banda al completo incluída vocalista, desgranando su disco «Still Waters» y el anterior «By Your Side». La banda de Thibaut Berland posee un sonido funky-disco con una pizca de french touch que factura un sonido agradable de escuchar y bailar, como el tema «My Toy», una delicia. A continuación, Maadraassoo empezó su sesión como un tiro (Blur, Two Door Cinema Club) y se fue diluyendo conforme pasaba la velada, quizá nuestras fuerzas ya eran justas y optamos por la retirada a tiempo.
Carlos Ciurana & Xavi Hernández