Una nueva edición del Deleste, que ya cumple cinco años y se consolida como una cita a tener en cuenta entre los festivales en los que prima la calidad, sin buscar el éxito con grandes reclamos, aunque en esta ocasión haya apostado por artistas nacionales consagrados como cabezas de cartel.
La jornada inaugural la abrieron los valencianos Holy Paul, el trío vencedor del concurso Movistar Vinilo Valencia 7.0, quienes ya se encuentran rodados y su repertorio se muestra cada vez más firme. De sus varios EP´s publicados escogieron para dar inicio a su actuación «Realize My Soul», con el público todavía llegando al escenario Jaggermeister de La Rambleta, además de otras canciones como «Tears Of Blood» y su ritmo arrastrado, finalizando con lo que es uno de sus mejores canciones y que podríamos considerar uno de sus éxitos, «Onion Man».
El auditorio Alhambra acogió la actuación de Gener, el grupo liderado por Carles Chiner quienes se centraron en su segundo trabajo «Oh, germanes!» dado que tenían 45 minutos, un tratado de pop con ritmos funk como en «Qui t´estima» o «Convencionals». A pesar de la premura de tiempo y los pequeños fallos en los monitores, fueron solventes en su actuación e incluyeron dedicatoria a la poetisa Clara Plath en «La nit era un cavall fosc» y bailamos con «Les chiques volen ballar», su versión de «Girls Just Wanna Have Fun» de Cindy Lauper.
Los ritmos electrónicos pop de Maïa Vidal nos encandilaron, y es que la artista norteamericana afincada en Barcelona crea deliciosas melodías, además de vivirlas sobre el escenario. Nos perdimos su actuación en el primer She´s The Fest pero pusimos remedio en esta ocasión, y mereció la pena. Acompañada de un músico encargado de percusiones varias, Maïa interpretó a los teclados canciones como «The Tide», «Jell-O» sobre el final de una relación, la versión de «Drunk In Love» de Beyoncé o la más conocida por ser banda sonora de un spot publicitario, «Our Place».
Xoel López recogió una de las más atronadoras ovaciones que se recuerdan en el Deleste en sus 5 ediciones. El gallego apareció en escena acompañado de una enorme lona con vistosos colores y múltiples instrumentos, al más puro estilo Dick Van Dyke en Mary Poppins, y se encargó de guitarra, bombo, pandereta, piano, ukelele y labores vocales en los que repasó la mayoría de sus temas en solitario, haciendo algunos guiños a su época como Deluxe con temas como «Reconstrucción (El mejor momento)» o una brillante «De Vino y Espejos» al piano.
Geografies jugaban en casa y así lo hicieron patente. Divertidos y cada vez más sólidos en el escenario, su propuesta navega por el pop rock de los 90 con toque autóctonos. Una propuesta muy convincente y que los asienta cada vez más seguros en la escena musical. Canciones de su nuevo disco «De Creus Endins» como «La Resposta» ganan más si cabe sobre las tablas.
La sorpresa de la jornada la dieron Magnolia Shoals, en nuestra modesta opinión. Desde Dinamarca, el quinteto ofreció una actuación en el auditorio que puso a la gente en pie, a pesar de su sonido denso y oscuro. A medio camino entre The National o Interpol, las composiciones de la banda calaron hondo entre el público valenciano, como la inicial «Christ The Tiger» o «Isabel». Con solo dos álbumes en su haber se mostraron sólidos a la vez que cercanos, y sus temas melancólicos pero potentes con el toque justo de épica lograron mantener nuestra atención hasta el punto que se nos pasó volando el tiempo.
El trío local Aulllido Atómico demostró sobre el escenario como se las gastan en directo, nada que ver con su faceta acústica. Un concierto brutal, donde los sonidos del rock´n´roll de los años 50 se une al punk combativo con retazos de folk para dar forma a un sonido peculiar y particularmente salvaje. Con Don Rogelio J al frente a la voz y guitarra, la banda cuenta al bajo con Jussi Folch y a la batería con Quique Medianoche, para muestra de su potencia solo decir que uno de los platillos de la batería salió despedido ante los golpes de Quique. De su reciente disco «Todo y ahora» sonaron «Los perros de Moscú», «El rey cloaca» o «Aún preguntas porqué», sin olvidarse de una de sus mejores canciones, «Ambición».
Para cerrar la primera jornada del Deleste, nada mejor que el baile elegante de Delorean, con su reciente disco «Muzik» como armazón sonoro. Los de Zarautz interpretaron un set si no igual al del pasado FIB, similar ya que las nuevas canciones sonaron al inicio del concierto, como «Contra». Lo importante es cómo le dan la vuelta para adaptarlas al directo, convirtiéndolas en aptas para el baile. En el tramo final escuchamos «Stay Close» o «Destitute Time», finalizando con «Deli» y su introducción con «Tracey In My Room» de Soul Vision. Aún así hicieron un bis, el ya habitual «Come Wander» con los sampleados vocales del «Ride On Time» de Black Box, siempre vale la pena esperar hasta este momento.
Texto y fotos: Xavi Hernández / Carlos Ciurana
