Dorian cumplieron el guion establecido con su flamante directo (impecable de producción) «Diez Años y Un Día» (CD+DVD grabado en Arenal Sound), y con unas ventas muy estimulantes era de cajón que el grupo ya rodado en una gira mastodóntica (se me olvida recordar otro grupo y otra gira con tantas fechas de grupos alternativos), que les ha llevado por toda España y que terminará en Tarragona en un mes, interpretara casi milimétricamente el contenido de este álbum. Tratándose de un directo se convierte en una colección de éxitos y temas representativos de Dorian, una retrospectiva en clave de fiesta, ya que este directo surge del paso del grupo en diversos festivales. El de Arenal fue especial ya que esta es la división donde se mueve discretamente Dorian, grupo que sin hacer ruido se ha convertido con todo el mérito en el representativo de esta generación .
Llenaron la sala Moon en un concierto organizado por HOP Music y Andsons Producciones, y lo hubieran hecho con otra fecha, son un grupo que ha crecido continuamente, perfectamente engrasado en su puesta en escena. De ahí que para satisfacción del fan cayeran esa noche, cómo no, “Los amigos que perdí” (también con la que comienzan su álbum), “Arrecife”, “Cualquier otra parte, ”La mañana herida”, “Verte amanecer”, “Soda Stereo”, entre las más esperadas y aplaudidas. Alguna concesión a su primera época, “Mas problemas” de su segundo álbum y alguna canción inédita (de como enfocaran su nuevo álbum para el próximo año, ya advertimos más electrónica). En el debe hay que decir que el formato que se utiliza para un festival de verano, uso abusivo de las luces blancas y el maldito humo de los cañones que impiden el visionado del grupo en su totalidad y de forma fragmentada (al batería apenas se le vislumbraba), hacen que en un club quede una impresión visual muy limitada. Eso si, Marc sabe hacer de mil maravillas de frontman del grupo, con sus interminables cambios de guitarra, llevando el peso del concierto casi en su totalidad y dirigiendo los móviles del público hacia donde se desplazara.
Especial mención a las influencias que han cosechado al otro lado del Atlántico. México les ha calado muy hondo, no en vano Telebit, el grupo telonero de Colombia que les precedieron emularon el sonido Dorian. Estos han conseguido fabricar un sonido totalmente reconocible, algo que a muchos grupos de su quinta les ha sido imposible de transmitir. Hiela la sangre ver como el público conoce y canta sus canciones sin necesidad del vocalista, sobre todo en “La mañana herida”, aunque el de Valencia pareció pasárselo mejor que demostrarlo al grupo, mostrándose mas mojigato que en otras actuaciones, ¿más pasivo? Cuestión intergeneracional, pues en los conciertos de Dorian abunda mucho público longevo ávido por devorar nuevas formas de deglutir el pop de los ochenta que no sea el puro remember (Cycle estaría en ese grupo), y bueno, ya que estamos de celebración terminar con su canción perfecta, “La tormenta de arena” con la que también cierran su álbum. Cañones de confetti, globos gigantes y una versión larga y eficaz, puro pop electrónico de un grupo que se manifiesta más guitarrero en el escenario. Resultado: la sala en delirio. Saben ser Dorian y lo demuestran, el que venía a verlos los encontró, de eso no cabe duda. Futuro.
Texto: Carlos Climen
Fotos: Luis Gasco