Yuri Méndez empezó a trabajar en The Collapse a principios del 2015 cuando, sufriendo una conjuntivitis, se encontró sentado solo en la oscuridad y con un irresistible impulso a escribir canciones nuevas. Con la voz de su médico resonando en su cabeza, diciéndole que no se acercara a ninguna luz brillante bajo ningún concepto, encendió su teclado y se maravillaba ante las pequeñas luces rojas y verdes (y definitivamente no brillantes) de la máquina, que apenas iluminaban las teclas blancas y negras. Empezó a jugar con el cacharro y la semillas para The Collapse estaban plantadas.
Salto a noviembre del 2015, cuando Yuri salió de la oscuridad, ya con la vista al cien por cien, para juntarse con otro artista asociado con Lovemonk, Bart Davenport, en los estudios Punta Paloma. Ahí grabaron y produjeron el disco con la ayuda de Shawn Lee, uno de las personas más trabajadoras del mundo de la música, Charlie Bautista y Javier Jiménez, dos amigos y colaboradores de toda la vida.
Dos semanas después terminaron de grabar, pero cuando Yuri volvió a Madrid su vida se convirtió en el reflejo del título de una de las canciones nuevas: todo colapsó – su vida privada se derrumbó después de salir de una larga relación, varias amistades dejaron de serlo, algunas de sus guitarras se estropearon, estaba sin dinero y se rompió la mano, por lo que tuvo que cancelar sus conciertos de ese verano.
Así que The Collapse está basado en hecho reales, aunque esos hechos aún no lo eran cuando grabaron el disco, como una especie de profecía autocumplida. Afortunadamente estamos hablando de Pajaro Sunrise, lo que significa que no hay drama demasiado grande como para no reírse un poco de él. «We might as well sing to the collapse of everything»(“Más valdría cantar al colapso de todo”) canta Yuri en el tema que da título al álbum, sobre una melodía bastante alegre.
Ese contraste es justamente una de las características evidentes en The Collapse: letras melancólicas sobre una música más o menos animada. Se debe en gran parte a las aportaciones de Bart Davenport – el americano le da un color diferente al sonido de Pajaro Sunrise. Como gran fan de la música de ‘El Barto’, Yuri afirma que sus guitarras funcionan como el interruptor de una especie de máquina del tiempo que siempre lleva a un momento mejor. Y no olvidemos el estudio: situado en una idílica playa de Tarifa, desde donde se ve la costa de África, los estudios Punta Paloma de la familia Sagrista tienen un ambiente único. Algo que Bart Davenport ya experimentó años atrás cuando grabó el maravilloso álbum de los Incarnations para esta misma casa.
Ahí lo tienes: si hubiese podido elegir, probablemente Yuri se habría saltado la parte de la profecía autocumplida. Pero la mente trabaja de formas misteriosas, y sin ella, quizás no habríamos tenido este disco tan maravilloso. Así que todo bien.
14 enero Valencia – dELUXE Pop Club, 22:30 h.
10 euros anticipada / 12 euros taquilla
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