La primera edición del festival Emergencia Sonora se celebró el pasado sábado en la sala 16 Toneladas, logrando una aceptable entrada ya que cubre un espectro sonoro más underground con los grupos invitados, lo que Manolo Rock diría la Valencia subterránea. Y es que se agradecen estas iniciativas que se alejan de lo convencional y apuestan por bandas locales que orientan su pasión por la electrónica dark wave o el rock gótico. Emergencia Sonora está organizado por Covert Waves, un grupo promotor de eventos que forma parte de la Asociación Promotora Multicultural de Valencia.
El plato fuerte fueron los conciertos de la sala 16 Toneladas, tras haber celebrado varias fiestas de presentación en semanas anteriores y actividades culturales en Espai Llimera el mismo día. Pasada la medianoche, El Futuro Peatón subían al escenario, tras un año en que se han prodigado muy poco realizando conciertos. Una banda que lleva desde 2003 en activo y que tiene unos fieles seguidores aunque resulte desconocida para una gran parte del público. La presencia escénica y la voz la pone Irene, con sus movimientos espasmódicos, robóticos, sinuosos, que ejercen una influencia hipnótica en el espectador.
A los teclados y programaciones Juan y Alfredo, éste último encargado también de la percusión electrónica, El Futuro Peatón nos ofrecen temas electrónicos de bases rítmicas bailables, como “Chernobyl” o la titular de su último trabajo publicado a finales de 2016, “Travel For 3”. Hubo un momento especial en que la sala quedó en silencio mientras Irene interpretaba esa especie de copla sobrecogedora que lleva por título “Todo es de color”. Otros éxitos de su repertorio que sonaron fueron “Scorn”, “Your Toy” o “Wash Your Family” con sus ecos árabes, cerrando con una contundente “Nuntracks At Work”, rozando los sonidos industriales.
A continuación el rock de influencias góticas del cuarteto Death Rose, en el que se podían descubrir trazas de bandas como The Sisters Of Mercy o HIM, adornadas con ligeras pinceladas electrónicas, aunque también nos recordaban a otros grupos como Type O Negative. Formación que proviene de distintas bandas como El Sueño de Elvira o Historia de O, Death Rose presentaban su primer disco “Strange Dreams”, del que pudimos escuchar canciones como “Infinity” o “Wet Ash” que tienen su punto épico, con la voz grave de su cantante apoyado por un guitarrista solvente que despachaba riffs electrizantes, ofreciendo en conjunto una interpretación correcta. Para terminar interpretaron “Lies” seguida de una versión de “This Corrosion” de los Sisters Of Mercy, pasada por el filtro de la banda llevándola a su terreno.
Pronoise fueron los encargados de cerrar las actuaciones de la noche, con una aparición en escena impactante, en la que su teclista y vocalista Nacho portaba una máscara sobre su rostro, vistiendo gabardina negra y martilleando unos tubos metálicos que resultó muy efectista en la introducción al concierto. Centraron su actuación en el último disco aparecido, “The Border Crossing”, con canciones como “Dangerous Games”, con un sonido de guitarra a cargo de Javier que les aporta un sonido especial, o “Rapture (They Won´t Care)” dentro de la onda EBM que sigue el grupo con proyecciones en una pantalla tras la banda. La melodía de “Evil Machine” nos transporta sobre una locomotora desbocada cuyo riff de guitarra resulta estremecedor, al igual que el de “Hunting”.
La versión de “Tomorrow In The Papers” de los belgas The Neon Judgement es ya un clásico obligado en su repertorio. En la recta final Pronoise ofrecieron temas nuevos, como “Ignorancia”, que se entregaba con una descarga digital al comprar la entrada del festival o “Putas del espectáculo”. El sonido fue contundente, aunque en ocasiones la batería quedaba sepultada bajo las bases electrónicas. Por último, una versión de “I Wanna Be Your Dog” de los Stooges vía Paralisis Permanente, en castellano, puso el punto final de las actuaciones. Los dj´s R3S3T, Juan Fernández, Dani Sombra y Miss Yuls amenizaron la velada con temas de Invisible Limits, The Cure, Underworld o Invincible Spirit entre otros hasta la madrugada. Bienvenida sea la Emergencia Sonora.
Texto y fotos: Carlos Ciurana
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