Con motivo del 15 aniversario de Alta Tensión se celebró en Loco Club una fiesta de bienvenida previa a los conciertos propiamente dichos, con la participación de The Stanleys. El grupo australiano con base en la ciudad de Perth acaba de publicar su primer álbum de título homónimo, aunque llevan en activo desde 2011. Dentro de su gira europea “The Amy Tour 2017” comenzaban su paso por España en Valencia ante una entrada aceptable de público, entre puente festivo y coincidencia con otros conciertos el mismo día. Durante la actuación recordaron que habían estado en España hace seis años, y quisieron que les recomendaran algún lugar para comer paella.
La formación de The Stanleys que actuó en Valencia estaba compuesta por su vocalista y bajista Mark Di Renzo, el guitarra solista John Di Renzo, Dario Laporta como segundo guitarrista y Manolo Quaglio a la batería. Sin apartarse de los cánones del género, The Stanleys ofrecen power pop de manual como el de sus compatriotas The Chevelles, temas enérgicos, melodías pegadizas y armonías vocales para corear. Incluso algunos de los temas del álbum han contado con la producción de Ken Stringfellow (The Posies), lo que puede considerarse todo un lujo. Todos los temas del álbum fueron cayendo uno tras otro, empezando por “Cigarette Glow” de forma contundente y “What Are We Gonna Do?” en la que la banda empastó perfectamente las melodías vocales.
El primer single que publicaron del disco, “Always”, también se pudo escuchar con esa mezcla de guitarras y melodías perfectas, o ese homenaje que dedicaron al magnate propietario de la revista Playboy, titulado “Hefner”. Tras “Summer” y su sonido refrescante intercalaron otros temas nuevos, que dieron paso a su más reciente single titulado “Amy”, un trallazo lanzado a toda velocidad del que comentaron había ediciones en varios colores y que tenían a la venta en su puesto de merchandising. Nos invitaron a bailar con “Everybody Dance” de estribillo contagioso, con el público acompañando el ritmo con palmas y terminaron con “Kids Gonna Rock”. Al despedirse el respetable pidió el consabido bis, interpretando una versión contundente de “Day Tripper” de The Beatles, satisfaciendo al personal que disfrutó con The Stanleys.
