The New Raemon actuará de nuevo en Valencia el próximo mes de febrero con motivo del disco «Quema la memoria», celebrando su décimo aniversario de carrera.
Dice Ramón que la memoria quema. Hace diez años proclamaba que quería ser olvidadizo y estar desmemoriado, pero supongo que una década es suficiente tiempo como para pararse a mirar atrás y observar desde la distancia y el orgullo el camino recorrido. Yo, desde la humildad, me siento muy orgulloso de haber formado parte de esta aventura que, bajo el nombre de The New Raemon, hace tantos años ya que viene ejerciendo de banda sonora en la vida de alguien a quien considero mi amigo. Fue divertido formar parte de todo aquello en el momento en que arrancó y, al recordar aquella época, la memoria no me quema: más bien me acaricia.
En ese tiempo Ricky Falkner y yo fuimos bautizados con el apodo de “Los rusos”. Eran días de sombreros y gabardinas; de furgonetas, carcajadas y complicidades en el estudio, ya fuera en manos de Jordi Mora rodeados por los paisajes de l’Alt Empordà o en manos de Santi Garcia con el Mediterráneo como telón de fondo (“¡Viva Sant Feliu y la Costa Brava!”, dice la canción). Fueron grabaciones llenas de magia, o por lo menos ese es mi recuerdo pasados los años. Recuerdo lo orgulloso que me sentí al escuchar «Hoy estreno» por primera vez y lo mucho que me gustó grabar unas escobillas para «Estupendamente». Recuerdo cuando grabamos unas palmas para “No fastidies” y cómo disfrutamos tocando «Mano izquierda», de Nueva Vulcano.
Todavía sonrío al escuchar el bajo del principio de «Hundir la flota» o la guitarra al final de «Dramón Rodríguez». De hecho, sonrío mucho al recordar aquellos años y aquellos discos: sonrío al recordar a Ricky tocando descalzo en un concierto en Elche que nos salió especialmente bien y sonrío al recordarme imitando a Shakira dentro de una jaula en un after después de un concierto en Bilbao. Creo que no olvidaré jamás las sonrisas de todos la vez que la madre de Pablo nos preparó una comilona con filloas de postre en una visita a La Roca estando de gira por Galicia. Aquel día fuimos felices de verdad.
Hay millones de recuerdos grabados a fuego en mi memoria que me van a hacer sonreír toda la vida: Pablo Garrido y su charm gallego diciéndome cosas como: “Te miro y no veo a un ser humano, se me van las ganas de vivir”. Recuerdo la fuente inagotable de chistes y desvaríos que es la mente de Marc Abad. Recuerdo a Marc Prats con gafas de sol dormitando al fondo de la furgoneta una mañana de resaca después de un bolo en Valencia. Y, al volante, recuerdo siempre a Tule (creo que algún día alguien debería escribir un libro sobre Tule). Recuerdo con cariño el momento en cada concierto en el que Ramón se quedaba solo en el escenario para tocar versiones de Lluís Llach, Pau Vallvé o Neil Young mientras los demás nos servíamos unas copas y compartíamos algún cigarro. Recuerdo la felicidad y la sencillez de compartir momentos especiales con gente especial, gente de esa que vale la pena.
La amistad tiene eso: no son necesarias muchas cosas para ser feliz. Todos entendíamos a la perfección lo que quería decir Ramón con lo de que “aunque me vistas de negro, seguiré siendo de pueblo”. Y es que a él lo que le gusta de verdad son las películas de Will Ferrell y las reuniones en su comedor hablando de libros, escuchando discos y recordando a Mclovin. Ambos somos vecinos de Cabrils, y reuniones de estas hemos tenido ya unas cuantas a lo largo de los años. Una velada ideal para Ramón incluye un visionado de «Hermanos por pelotas» seguido de una audición de «How it feels to be something on» de Sunny day real estate y unos cuantos chistes de Eugenio: placeres simples de la vida. Ramón puede pasar en cuestión de segundos de imitar a Millán Salcedo a cantarte entre susurros una canción en la que te pregunta “¿cuántas risas te has echado hoy?”, y tiene la habilidad de conseguir que, diez años después, esa pregunta te siga provocando un nudo en la garganta cada vez que la escuchas.
Ricky Lavado
Sábado 24 de Febrero 2018
Apertura puertas: 22:30h
Sala Wah Wah. C/. Ramón de Campoamor 52 (Valencia)
Anticipada: 15€ + gg. en Ticketea
Taquilla: 18€
(Prohibida la entrada a menores de 18 años)