Tras más de dos años de ausencia sobre los escenarios valencianos, El Columpio Asesino volvían a la terreta en una noche fría y aparentemente desapacible. Sin todavía nuevo material que esperan sacar durante este 2018, la banda tiene nuevos conciertos para engrasar la maquinaria para una nueva gira que los va a llevar a tener unos próximos meses frenéticos.
Para tratar de caldear la velada, abría la noche Jordi Cassette, el valenciano, que estrenaba sobre las tablas su último disco «Para entrar a vivir» (Grabaciones transparentes, 2017) y consiguió su propósito a base de ritmos electrónicos y letras originales, dejando al público pidiendo bises.
Tras unos breves minutos aparecieron los pamploneses que sin dirigirse al público hasta pasadas 4 canciones, sonaron como un martillo percutor sin respiro, dejando trallazos de su rock experimental, con esos toques hipnóticos y psicodelicos bañados por una lisérgica electrónica. La dualidad de las voces de su cantante y batería Albaro Arizaleta se mezcla con la de su guitarrista Cristina Martínez, donde parecen en ocasiones repetir mantras que hacen que no se pueda dejar de seguir sus frenéticos ritmos.
Sin material nuevo que presentar se centraron en su excelsa discografía, sobre todo en el «Ballenas Muertas en San Sebastián» (Mushroom Pillows, 2014) con temas como Babel, A la espalda del mar, Ballenas Muertas en San Sebastián, Escalofrío, La lombriz de tu cuello y Entre cactus y azulejos. No se olvidaron de sus primeros discos, con una espectacular Floto, de su «De mi Sangre a tus cuchillas» (Astro discos 2006) o Un arpón de grillos de su disco La Gallina (PIAS Spain / Astro Discos, 2008), pero las cotas más altas llegaron cuando tocaron temas de su Diamantes (Mushroom Pillows, 2010) con la canción homónima, Perlas o la ya convertida en clásico Toro, momento de mayor comunión entre banda y público. Tras amagar con despedirse, volvieron con un vigoroso bis que culminó con Vamos, de su primer disco El Columpio Asesino (Astro Discos, 2003) que dejó la sensación de que la velada había sido cortísima y con más ganas de volver a verlos con nuevo material.
Texto y fotos: Xavi Hernández