La visita del dúo norteamericano Left Lane Cruiser a Valencia se saldó con nota alta, en un concierto brutal rozando el sobresaliente. Una noche repleta de blues, rock, country punk y algo de hip-hop, que no desentonó vista la reacción del público que disfrutó de las canciones de los de Indiana. Lo único que echamos en falta fue ese dobro (la guitarra con resonancia metálica que aparece en la portada del “Brothers In Arms” de Dire Straits) de la que hace gala Left Lane Cruiser en sus fotos promocionales, pero tampoco defraudaron con hasta tres guitarras que utilizó Fredrick “Joe” Evans IV, y la contundente réplica que le dio Pete Dio a los parches.
Abriendo la actuación contaron con los locales Laverge, interpretando temas de su primer disco “Handle This”, con un sonido que recuerda a bandas como Foo Fighters o QOTSA, potente y directo. La banda apareció con un invitado como Carlos Soler (Damien Lott) al bajo, al que a mitad de concierto sustituyó Pedro Sala (Red Buffalo, Indian Hawk), comenzando con “YGIMD”, la canción que abre el disco y alternando con las de su primer EP, como la titular “Back To The Wild”. Han mejorado mucho desde la primera vez que los vi en un concierto en La Marina en octubre de 2017, aunque deberían pulir las melodías que convierten una canción en memorable, como “Bourbon Liquor Store”, con la que cerraron. La actitud es buena en directo, destacando a un guitarrista excelente.
A continuación, tras el cambio de instrumentos, las dos bestias pardas de Fort Wayne, con atuendos de skaters, ocuparon el escenario para repartir estopa en forma de blues, un blues sucio y rocoso, mezclado con rock, algo de country, actitud punk y hip-hop a la antigua usanza. Sentado en una banqueta, Freddrick y su voz aguardentosa, casi gutural, saludó al público, comenzando a exprimir su guitarra Gibson subiendo y bajando el mástil con el slide, extrayendo ese sonido peculiar. De su último disco “Claw Machine Wizard” escuchamos temas como “Booga Chaka”, “Big Momma” de su primer disco además de “Tres borrachos” del álbum “Dirty Spliff Blues”, que compusieron en su anterior visita a España, al grito de ¡Cervessssa!.
Como hemos dicho antes, tres guitarras Gibson utilizó “Joe” Evans, dos SG y una EC-10 con reverb, de las que hizo uso alternativamente, afinando de nuevo las cuerdas tras cada tema, de la fuerza que empleaba, cayendo las gotas de sudor. Otro de los momentos en que el público se enardeció fue en “Wash It”, o “Hillgrass Bluebilly” con su ritmo de apisonadora. El batería Pete Dio sacaba chispas de sus platillos Zildjian, con un sonido que se clavaba en los oídos, incluso se marcó el “Endless Boogie Rap” al micrófono, en lo que fue un concierto bestial de Left Lane Cruiser, con solo dos personas llenando el escenario, de lo mejor que ha pasado por la ciudad en lo que llevamos de año.
Texto y fotos: Carlos Ciurana