Foto: María Pérez
En la tercera jornada de Nits al Castell, Maika Makovski acompañada del Brossa Quartet y Maria Arnal i Marcel Bagés, levantaron las máximas expectativas y no defraudaron
Apenas pasaban las once de la noche cuando comenzaron a entrar en el escenario Maika y los seis músicos con los que arrancó el concierto y a los que se incorporó un bajista unas canciones después. Comenzó con ‘Canada’ y desde el primer momento entiendes porque tiene sentido el equipo que forma Maika con el Brossa Quartet. Un cuarteto de dos violines, una viola y un chelo que añaden dramatismo, oscuridad, profundidad a una voz de Maika plena de registros. Además una sección rítmica elegante y contundente con Pep Mula a la batería y Miquel Sospedra al bajo y sin olvidarnos de los maravillosos arreglos de trompa de Pau Vals. Unos músicos en estado de gracia y una Maika que desde luego juega en una liga muy diferente a la de muchos y muchas artistas de este país. Con un sonido impecable rozando casi la perfección y una iluminación que acompañaba e intensificaba los momentos de climax, el concierto fue avanzando y cautivando al público que no perdía detalle. Bromas en el escenario de una encantadora Maika Makovski y un momento para felicitar el cumpleaños, y cantarlo, a Inma Lluch, la viola del cuarteto además de setabense. Una experiencia intensa que no dejó indiferente a nadie.
Foto: María Pérez
Llegó el momento de Maria Arnal i Marcel Bagés. Solemnidad, intensidad, intimidad, poesía y una manera de interpretar las canciones que derrocha sentimiento y corazón. Presentaron al completo su disco ’45 cerebros y 1 corazón’ y Maria se encargó de explicarnos el porqué de muchos de los temas y sus letras. No faltó ‘Cant de batre’ y su agradecimiento a Pep Gimeno Botifarra por el gran trabajo realizado en todos estos años recuperando el cancionero tradicional y popular. No faltó tampoco la reivindicación y el compromiso, parte importante de algunos de sus temas. De esta manera Maria explicó el origen de la canción que da nombre al disco ’45 cerebros y un corazón’, y que fue el hallazgo en Burgos de una fosa común de la guerra civil donde se encontraron precisamente 45 cerebros y un corazón en un excelente estado de conservación, y que sirve a Maria y Marcel para denunciar la situación de muchísimos familiares que todavía no han conseguido saber dónde están enterrados sus seres queridos. La iluminación, llena de sombras y de oscuridad total en algún caso, añadió magia y misterio al concierto con una Maria Arnal que consigue transmitir con su voz y enganchar, y un Marcel ensimismado y concentrado en empujar, arropar, elevar esa voz con sus arreglos de guitarra y una infinidad de recursos y pedales de efectos que hipnotizan con un carácter casi de mantra en algunos de los temas. En definitiva un cartel doble por la presencia de las dos propuestas musicales pero doble también por intensidad, pasión, sentimiento y corazón.
Más información y venta de entradas:
Festival Internacional Nits al Castell
