Comenzaremos esta crónica del FIB 2018 por el final del mismo, cierre de la reencontrada carpa FIB Club con Aldo Linares, un FIB más cerrando como se debe cerrar un FIB, con buenas dosis de pop, solazo en lo alto y una sonrisa en la cara, mezcla quizás de un extraño sentimiento entre la alegría por haber pasado los mejores cuatro días del año y la morriña por el largo año que nos queda para el FIB 2018, juzguen ustedes mismos.
Esto aderezado por la sesión house-funk de Detroit Swindle en el escenario South Beach,un cierre con musica de quilates para un FIB 2018 donde han relucido las mujeres y esa clase media, esa que hace grande y robusto un cartel, en eso este fib ha destacado en letras de oro.
El FIB cierra su 24ª edición tirando de clásicos que casi generan déjà vu, como Pet Shop Boys, su carrusel de hits y su colorista puesta en escena; y con nombres femeninos como autoras de los conciertos más sobresalientes de esta vigesimocuarta edición.
Con una media de 40.000 asistentes diarios, según la organización, el pico más alto se lo lleva el viernes 20 The Killers con 48.000. Entre el público, sigue predominando el extranjero, principalmente de Reino Unido e Irlanda, frente a un 45% nacional. Datos con los que cierra un FIB 2018 que ya está pensando en su próxima edición, la número 25, y de la que por el momento tan solo se conocen sus fechas, del 18 al 21 de julio de 2019.
Pero iremos por partes…
El jueves fue una jornada quizá algo descafeinada en cuanto público debutamos con unos Polock en estado de gracia con un magnífico sonido y dejando un buen sabor de boca. Bonita sorpresa la de Nothing But Thieves, donde canciones como Trip Switch, Sorry o Ban all the music nos hicieron disfrutar de la acalorada jornada.
Everything Everything se daban cita en el segundo escenario. Después de cuatro discos, resulta complicado definir el estilo de una banda que planea entre multitud de estilos y nunca acabamos de definirlos. Seguimos en Two Door Cinema Club que sin material nuevo y con su estilo quizá anclado en un pasado mejor, no dejan de tener esos ritmos bailables y que salvan la papeleta en cualquier situación.
Travis Scott se retrasó unos minutos he hizo saltar las alarmas, pero los ánimos se calmaron con un excelso show a base de luces, humo y mucho ritmo, donde se alcanzó cotas muy altas cuando sonaron los acordes de su tema goosebumps.