Enmarcado en el ROS Fest, evento dedicado a la cultura robótica celebrado el pasado fin de semana en Las Naves, tuvo lugar el concierto de Parade, el proyecto musical de Antonio Galvañ, músico murciano exponente del pop electrónico hecho en España con una carrera de veinte años a sus espaldas desde que publicara su primer disco en 1998. Conociendo su pasión por los robots y la ciencia ficción, no es de extrañar que Parade fuera uno de los grupos invitados al evento, ya que también participó en una edición anterior. Su actuación tuvo lugar el sábado, y durante los dos días del festival se sucedieron otras actuaciones y sesiones de dj en el Patio de Las Naves.
Previamente el dúo alicantino RadioSierra ofreció una performance donde experimentaron con sus instrumentos en clave ambient con dosis de ruidismo, como ellos mismos comentaron, lanzarían sonidos y voces hasta que les cortaran desde la mesa de sonido. Mientras uno de los componentes lanzaba desde su laptop frecuencias y utilizaba un móvil para generar sonidos, el otro extraía desde su guitarra eléctrica sonidos con ayuda de una baqueta, improvisando. Una sesión de unos veinte minutos que cesó de forma abrupta cuando dejó de escucharse el sonido desde la mesa de mezclas, dando por finalizada la actuación.
Llegó el turno de Parade, ante un reducido grupo de seguidores, para desplegar sus melodías pop en las que desgrana su afición por el cine de ciencia ficción y terror, temas divertidos pero también con un regusto amargo, un poso de melancolía, como en “Metaluna”, una de las primeras canciones que interpretó. Hizo su versión de “Mi erizo y yo” de la banda efímera Federico y Terry, además de su último EP “1987” con canciones de su primer grupo, Los Felpudos, como “Es igual”, “Dosalas” o “Noches para hablar, tardes de calor” en la que narra cuando uno de los miembro del grupo se marchó. Comentó al interpretar “Mutantes” que pensaba que iba a mutar como sus héroes del comic Cíclope o la Bestia, mientras proyectaba en una pantalla imágenes de los superhéroes y de películas clásicas de ciencia ficción.
Flanqueado por Eduardo Piqueras a la guitarra y Jesús Galvañ al teclado y programaciones, incluyó en algunas canciones guiños a otros temas como la introducción de guitarra del “Modern Love” de Bowie en “Tierra postapocalíptica”, antes de interpretar la “trilogía robótica” con tres canciones, dos en solitario como “¿Eres un robot?” y “Demasiado humano”, para continuar con la banda en “Robot 10”. En “Niño zombi” utiliza la melodía del “Love Missile F1-11” de Sigue Sigue Sputnik, con la que cerró el concierto, pero los bises no se hicieron de rogar interpretando “Autopistas elevadas”, “Primer contacto” y ese homenaje con aire a Battiato que es “Stephen Hawking”, despidiéndose Galvañ con la voz robótica. Un concierto generoso en temas, cerca de una veintena, que no decayó en interés mostrando a Parade en un gran momento.
Texto y fotos: Carlos Ciurana