La organización del Primavera Sound ha desvelado su revolucionario cartel para la edición de 2019, en la que reune paridad, eclecticismo y atrevimiento.
¿Es el cartel de Primavera Sound 2019 normal? No, pero queremos que lo sea. The New Normal, o la nueva normalidad, es la idea sobre la cual se despliega el universo de la decimonovena edición del festival barcelonés. Del 30 de mayo al 1 de junio de 2019, el Parc del Fòrum de Barcelona será protagonista de una edición excepcional. Un punto de inflexión. Como explica desde un futuro el espectacular anuncio desvelado hace unos minutos desde los estudios de Radio Primavera Sound, esta es la edición en la que todo cambia.
La paridad en el cartel entre hombres y mujeres, un eclecticismo estilístico que salta a la vista y la pulsión de arriesgarse constantemente para conectar con los nuevos tiempos marcan los ejes del cartel de Primavera Sound 2019. Es la culminación de lo que se venía intuyendo en las últimas ediciones del festival, plasmado de forma definitiva en 226 nombres de los cuales más de un 50% son mujeres, con una diversidad de géneros que va del metal extremo al reguetón pasando por el pop, el hip hop, el jazz, la experimentación electrónica, el trap y el indie rock canónico, y con una evidente apuesta por la renovación de las posiciones más destacadas del cartel.
Y todo esto sin renunciar a construir, como cada año, un cartel único en el mundo, arriesgado y rotundo, que viene encabezado por los nombres que definirán la temporada musical 2018-2019: el retorno de Solange al festival, consagrada en su última actuación como la diva R&B que el mundo necesitaba; los paladines de la psicodelia pop Tame Impala con un esperadísimo nuevo disco por presentar; Cardi B, encumbrada como la nueva jefa del hip hop estadounidense gracias a un debut arrollador y a un carisma sin límites; el colombiano J Balvin, máximo exponente de la nueva ola de reguetón destinada a cruzar todas las líneas rojas, además de autor de uno de los discos del año, Vibras; Erykah Badu como indiscutible figura clásica moderna del soul; el abanderado del trap estadounidense Future; la estrella Janelle Monáe armada con su pop politizado; un icono del hip hop como Nas; y, en su inexpugnable ascenso a la cima del pop experimental planetario, Rosalía. Completan la parte alta del cartel James Blake como epítome del nuevo creador que conjuga baile y emoción, Interpol de la mano de un nuevo álbum que recupera su mejor versión y la sueca Robyn con su disco de regreso tras ocho años de silencio.
¿Por qué hacer un cartel con paridad ahora? Porque deberíamos haberlo hecho hace mucho tiempo. Porque, revisando nuestros carteles de años anteriores y aun viendo la progresión de las últimas ediciones, había que dar unos cuantos pasos más. Si la mitad de nuestro público es femenino, ¿por qué no puede serlo nuestro cartel? ¿Por qué no puede haber paridad en horarios, estilos y escenarios? No ha sido fácil vencer las inercias heredadas durante tantos años, pero al fin y al cabo, si the future is female, ¿qué sentido tenía esperar? Nosotros empezamos por aquí, acelerando nuestro cambio para hacer un cartel que no debería ser excepcional, que queremos que sea normal. Pero no olvidamos que esto es solo un cartel y solo un festival: lo importante es todo lo demás.
¿Un cartel para un público más joven? Sí… y no. Hay ídolos de la nueva generación como el enfant terrible Mac DeMarco, la poderosísima FKA twigs, la combativa Courtney Barnett, las representantes del pop con personalidad Carly Rae Jepsen, Christine and the Queens y Charli XCX, la diva R&B de ascendencia colombiana Kali Uchis, el indie rock descarnado de la joven Snail Mail, el desenfreno escénico de Boy Pablo u otra tríada de nombres para el futuro inmediato del pop exquisito como Sigrid, Clairo y Empress Of. Pero también hay sitio, y mucho, para anunciar la deseada reunión de Stereolab (sí, de verdad), una nueva aventura del ínclito Jarvis Cocker, la ansiada primera visita al festival de Guided By Voices, los colosos del punk Jawbreaker, la vuelta de Low con uno de sus mejores trabajos, el inconformismo de Róisín Murphy, el folk sobrio de Kurt Vile & The Violators, los emocionantes Big Red Machine de Justin Vernon y Aaron Dessner (que actuarán en la jornada inaugural gratuita del miércoles) o una retahíla más de nombres que dejan claro que el amor por los 90 nunca morirá: Suede, Built to Spill, Primal Scream, la madre indie Liz Phair, Stephen Malkmus & The Jicks… ¿Se puede aunar legado y futuro? Claro que se puede.
¿Reguetón? Sí, reguetón. Hasta aquí con la dictadura de lo correcto. El mundo está poniendo sus ojos en los ritmos latinos y es el momento de apostar por un festival sin dogmas, más libre, más diverso. Por eso es importante la presencia de J Balvin, figura indiscutible de la expansión mundial del reguetón, un artista que ha roto barreras y prejuicios con su último disco, Vibras. Pero también lo es la presencia de la reinísima puertorriqueña Ivy Queen, del pionero DJ Playero y del panameño Japanese, historia viva del género. Sumados a otras leyendas como Don Chezina, Hurricane G y Tony Touch, ya no es que el reguetón desembarque en Primavera Sound en 2019. Es que viene toda la armada del perreo.
¿Y la apuesta por la música urbana? También gana espacio. En este caso, más allá de las primeras visitas a España de auténticas referencias del hip hop contemporáneo como Cardi B y Future en calidad de cabezas de cartel y de otras piezas fundamentales del género como son Danny Brown, Nas y Pusha T, en Primavera Sound 2019 también retumbarán las rimas humeantes de Kate Tempest, Flohio, slowthai y Loyle Carner desde el Reino Unido, y de artistas llamados a ser el futuro del género como 070 Shake (apadrinada por Kanye West), la irreverentísima cupcakKe con una doble actuación, JPEGMAFIA tras su abrasador concierto en Primavera Club, la imaginativa Tierra Whack, Princess Nokia con su particular revival emo y, como representantes en lengua hispana, la magnética Nathy Peluso y el prodigio Sticky M.A.. Pero esto no quedará aquí, porque el festival dedicará un escenario propio a la música urbana con 18 artistas seleccionados por el capo del trap español Yung Beef. Del colectivo Goth Boi Clique a la neoyorkina Rico Nasty pasando por leyendas locales como Somadamantina y nombres del momento como La Zowi, Goa, Albany y Brat Star, quedará claro que es imposible mirar hacia otro lado y que a través de la mirada urbana podemos entender el trap, el reguetón y todo lo que está por venir.
¿Qué pasa con la electrónica entonces? Cuando despertamos, seguía allí. De nuevo en colaboración con el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs, Primavera Bits volverá a contar con tres escenarios para proporcionar la cara más hedonista, festiva y alternativa del festival, además de alguna que otra sorpresa para rematar la faena. Y, como es habitual, en las propuestas electrónicas del festival se abordarán todos los palos del género, desde leyendas como Richie Hawtin CLOSE a nuevos tótems de los beats como Nina Kraviz, Modeselektor, Peggy Gou, Krystal Klear y Helena Hauff, además de los primeros directos de Objekt y Veronica Vasicka, Yves Tumor con banda y un nuevo espectáculo del maestro alemán Apparat. Además, lecciones enriquecedoras como la de Suzanne Ciani (pionera de la electrónica), desafiantes como las de SOPHIE y Mykki Blanco o híbridas como las de Neneh Cherry, Maribou State, Jungle y David August, junto a las nuevas generaciones que representan Mura Masa, Yaeji, Danny L Harle y RRUCCULLA.
¿Qué significa un festival contra los algoritmos? En la era del big data, nos enorgullece ser un festival que solo puede existir gracias a un rastreo incansable del equipo de contratación. Solo de este modo pueden confluir en un mismo evento unos salvajes del metal como Carcass con la voz millennial del flamenco María José Llergo, la experimentación militante de BEAK> con el punk rock politizado de Stiff Little Fingers o el EBM con solera de Nitzer Ebb, la vuelta sorpresa de Lisabö con el combinado 2018 de Bakar, dos conciertos de Dirty Projectors (uno en el Auditori del Fòrum y otro al aire libre), el afro-funk-vogue de la carioca Linn da Quebrada o la tradición de la cubana Daymé Arocena. Del ambient de Tim Hecker & Konoyo Ensemble a The Messthetics (con Joe Lally y Brendan Canty de Fugazi) o el post hardcore de June of 44, de Lisa Gerrard de Dead Can Dance sumando su garganta a The Mystery of the Bulgarian Voices al free jazz de The Necks, de los cuatro baterías de Sons of Kemet XL a la primera gira de la historia de los padres del electro Cybotron (Juan Atkins y Richard “3070” Davis) o una de las escasas ocasiones de ver al trompetista Jon Hassell encima de un escenario. O esa expedición hacia el territorio musical japonés con las actuaciones de Wednesday Campanella, el cuarteto garagero CHAI, la leyenda asiática Midori Takada y el j-pop rebelde de Haru Nemuri. Solo en Primavera Sound.
¿Seguirá habiendo conciertos gratuitos? Por supuesto. La jornada inaugural del miércoles en el Parc del Fòrum será completamente gratuita con los conciertos de Big Red Machine, el genio post-millennial Cuco, el dream pop de Hatchie y las locales Melenas y Mow. Y un año más, el CCCB acogerá los conciertos gratuitos de clausura del domingo, esta vez protagonizados por los Filthy Friends de Peter Buck (R.E.M.) y Corin Tucker (Sleater-Kinney), una Christina Rosenvinge en estado de gracia y Cupido, el grupo revelación del momento en la música urbana formado por Pimp Flaco y Solo Astra.
¿Dónde se mantiene la esencia del festival? Por ejemplo, en la 12ª actuación consecutiva de Shellac, en nuestros Deerhunter que han decidido volver un año más para inaugurar el festival la noche del lunes en la sala Apolo, y en un DJ Coco que este año cerrará el evento desde la misma sala Apolo en la jornada del domingo y cederá su espacio para el fin de fiesta del sábado en el escenario Ray-Ban del Parc del Fòrum a DJ Rosario & Sama Yax, dos DJs de la familia Primavera Sound que pondrán la rúbrica a esta edición irrepetible del festival.
¿Algo más? Hay muchas cosas del cartel de Primavera Sound 2019 que aún no son normales, pero esperamos que a partir de ahora sí puedan serlo. No somos ni queremos ser los primeros, pero sobre todo no queremos ser los últimos en hacerlo. Queremos que llegue la nueva normalidad. Sube, que esto ya está en marcha…