La banda norteamericana Superchunk es una de las supervivientes de la escena independiente de los años 90, manteniendo una trayectoria con la que cumplen treinta años. Lo que vivimos ayer noche en La Rambleta es algo inenarrable, una demostración de fuerza sorprendente, con su cantante y guitarrista Mac McCaughan al frente hicieron un concierto rotundo y vigoroso. La mayoría de público asistente peinaba canas, aunque hubo también jóvenes que disfrutaron haciendo pogos, saltando y bailando al son de las canciones directas y sencillas de Superchunk. En cuanto al aforo, aumentó a medida que pasaba el tiempo, cuando apenas éramos un puñado los que disfrutamos del inicio con Senior i El Cor Brutal sobre las 21:30 horas.
La banda de Micalet Landete en un formato básico y sin florituras, fueron directos al grano, con el buen hacer que les caracteriza. Cuatro tipos haciendo rock en valencià con influencias americanas como pudimos comprobar en el transcurso del concierto. Landete estuvo rodeado de sus habituales Endika Martín a la guitarra, Juanlu Tormo al bajo y Rafa Ferreiro a la batería, una banda compacta cuya complicidad en el escenario es total, una banda que debería tener mayor reconocimiento a nivel nacional por méritos propios.
Abrieron con “Ja era hora” de “L´experiencia gratificant”, su primer disco, y “L´home que era ahir”, intercalando las versiones que hacen de grupos a los que aman como “Perdut en el somni (“Lost In The Dream” de War On Drugs a la Superchunk como dijo Landete), “Cari” (la “Maggie” de Cracker) o la inevitable “No plores més llagrimes” (“Don´t Cry No Tears” de Neil Young), como apostilló Landete, un tipo por el que estábamos allí el 110% del público. Senior i El Cor Brutal cerraron con “El cel de les illes Caiman” en una estupenda interpretación que obtuvo el aplauso del público.
Por su parte, como ya hemos dicho, Superchunk puso toda la carne en el asador en un concierto rotundo y vigoroso, entregándose totalmente. Buena prueba de ello es que Mac McCaughan terminó con la camisa empapada en sudor, fruto de su hiperactividad en el escenario, saltando y moviéndose sin parar. Desgranaron piezas clásicas de su repertorio, con la inicial “Driveway To Driveway” de ritmo pausado, para despegar con canciones de su último álbum “What A Time To Be Alive” como “I Got Cut”, la aceleración de “Reagan Youth” y la titular del disco, siguiendo con la arrebatadora melodía de “Seed Toss”. McCaughan agradeció al público su asistencia, hacía muchos años que no actuaban en Valencia, casi una eternidad, y esta era la primera parada de la mini gira española.
Con “New Low” el público empezó a montar los primeros pogos frente al escenario, imprimiendo la banda carácter a temas como “Out Of The Sun” o “Iron On”. El bajo de Jason Narducy (también en la banda de Bob Mould) sonaba rotundo, rascando el amplificador, acompañado por Jim Wilbur a la guitarra y Jon Wurster a la batería. McCaughan comentó al público si les gustaba el surf, ya que aquí tenemos playa, pero no para cabalgar las olas, interpretando “Learned To Surf” y rematando con “Slack Motherfucker”. Regresaron para el bis con “Hyper Enough”, la versión de Sebadoh “Brand New Love” y “Precision Auto”, que alargaron en una especie de jam session hasta retomarla para finalizar. Superchunk insuflaron vitalidad en una hora y cuarto, suponiendo una inyección de adrenalina que tardaremos en olvidar.
Texto y fotos: Carlos Ciurana