Recta final de los Conciertos de Viveros de la Feria de Julio de Valencia, en la que asisitimos a la actuación de Crystal Fighters con unos teloneros de lujo, el dúo Niña Coyote eta Chico Tornado. Fue como una antesala de la Wave Rave que celebran los Fighters hoy en Bermeo, donde cuentan con Belako, Hinds y los mencionados Niña Coyote eta Chico Tornado. El recinto de Viveros se llenó paulatinamente hasta alcanzar una buena entrada, sobre todo de un público joven que no dejó de cantar y saltar al ritmo de las canciones de Crystal Fighters.
Abriendo de manera contundente, con puntualidad a las 21:00 horas, los donostiarras Niña Coyote eta Chico Tornado, formado por Koldo a la voz y guitarra y Úrsula a la batería, desplegaron todo su potencial de stoner rock asombrando con unos riffs de guitarra demoledores y una batería que funcionaba a toda mecha, transportándonos a desérticos parajes. Ya actuaron en Valencia en un par de ocasiones, en el festival Pops Maritims y en la sala Wah Wah, pero no tuve oportunidad de verlos hasta ahora. Y esta resultó ser una buena oportunidad. Llegando al recinto nos recibieron con la melodía de “Errautsak”, tema que abre su nuevo disco, a los diez minutos sudando la camiseta aludiendo al calor reinante además de su entrega. Sonaron canciones de sus tres discos publicados hasta el momento, como “Azeri eta herio” y la versión de “Foxy Lady” de Jimi Hendrix. También interpretaron “Txaman”, donde ellos mismos se nombran en la letra y cerraron con la demoledora “Lainoa”, agradeciendo al público su presencia en un concierto de 45 minutos que nos dejó con ganas de más.
El caso de Crystal Fighters es digno de estudio, con toda esa parafernalia pseudo-hippy de buen rollo que les rodea y con su cantante Sebastian Pringle vestido cual gurú con bandana en la cabeza y una rama de palmera en mano animando a sus acólitos. Toda la banda iba de blanco, cual estilo ibicenco, respaldados por un escenario tropical que recordaba la portada de su nuevo disco “Gaia & Friends”. Pero dejando esto aparte, la música que practican es pop con un componente electrónico que hace a sus canciones altamente bailables. Echan mano de ritmos latinos, africanos, con un marcado carácter étnico, incluyendo instrumentos autóctonos vascos como la txalaparta, con la que iniciaron su actuación al ritmo del mismo para desencadenar “I Love London”, que hizo saltar a los fans desde el primer minuto.
Con un frenético ritmo similar, “Follow” fue la siguiente en sonar, y a continuación “Yellow Sun” con ese estribillo infeccioso, además de las intervenciones de las coristas que no pararon de moverse en el escenario todo el tiempo. Rebajaron las revoluciones por unos momentos con “Love Is All I Got” de sonido french touch, y una versión acústica de “Boomin´In Your Jeep”, no dejando su nuevo trabajo de lado, con “Runnin´”a ritmo de trap, como tampoco se olvidaron de otro de sus éxitos, “Champion Sound”. Se dejaron fuera “All Of It” en la que canta Soledad Vélez, que casualmente se encontraba entre el público, lo que hubiera dado para una colaboración. En el bis regresaron con “Xtatic Truth” y de nuevo todo el mundo bailando, para finalizar ya con una sosegada “Plage”pero no exenta de ritmo, que puso punto final a cerca de una hora y cuarto de éxtasis colectivo.
Texto: Carlos Ciurana / Fotos: Xavi Hernández