Crítica de discos: Mighty Bombs – «Begin Anywhere»


Mighty Bombs
“Begin Anywhere”
Lucinda Records – 2019

Quizá no hayáis escuchado el nombre de Mighty Bombs, pero ahora es el momento de solucionarlo con su primer LP, “Begin Anywhere” recién publicado. El power trio con base en Ginebra, que milita en la escudería de Lucinda Records, está formado por Onneca Guelbenzu (también en Las Furias y anteriormente en Virüs y las Perras del Infierno), Lucy Cat al bajo y Bastien C. Anthony a la batería. Previamente publicaron un EP, “Not Of This Earth”, donde ya se intuía el camino que iba a tomar la banda, garage-punk-rock en el que mostraban canciones musculosas con melodías adhesivas y riffs electrizantes.

En “Begin Anywhere” han pulido su sonido, no suenan tan sucios como en el EP, pero se mantiene la energía y contundencia en las composiciones, recogiendo el testigo de bandas como Bikini Kill y también si nos remontamos más atrás en el tiempo, a la ferocidad de unas Schoolgirl. Cortes directos que te golpean como un mazazo en la cabeza, desde la inicial “Oh Dear”, con ese componente psicotrónico en la intro de película Serie B para desplegar las guitarras furiosas a continuación y esas melodías vocales herederas de los años 90. Siguen la misma tónica “That´s How It Goes” y el pop de “Dizzy Love”, un trío de ases que consigue engancharte de entrada.

Pero no queda ahí la cosa, en “Stellar Parallax” escuchamos ecos al surf con un estribillo potencial, mientras que en “Don´t Tell Them” volvemos a los años 90 y recordamos a bandas como L7. La titular del álbum es otra muestra de energía y electricidad, mientras en “Psycho” parece que bajan las revoluciones pero no, ese riff bestial nos devuelve a la realidad. Y así hasta el final, con una hiper-vitaminada “Whatever It Is” y otro inicio lento para descargar toda la artillería en “The Waiting”, con la que cierran en un fundido que da paso a una melodía muy sixties con una suave caja de ritmos. Sin haber descubierto la pólvora, Mighty Bombs han conseguido reunir los elementos necesarios para fabricar un cóctel explosivo, y funciona.

Carlos Ciurana

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